El papelón del siglo no tiene fin. Cuando pareció que no se jugaba, la Confederación Sudamericana de Fútbol decidió que la final de la Copa Libertadores sí se disputará.
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Esta decisión produjo el malestar de Boca Juniors. Pero, ¿por qué se juega? Luego del anuncio oficial, circuló un documento firmado por los médicos de la Conmebol asegurando que no constataron las lesiones de los jugadores de Boca Juniors.
Desde el club xeneize manifestaron que dos de sus futbolistas presentaban heridas en la córnea. Uno de ellos fue el capitán Pablo Pérez.
Ante la negativa de Boca para que los galenos revisaran a sus jugadores, Conmebol decidió que la final se juegue. El partido iniciará a las 19:15 de Buenos Aires, es decir, 5:15 de la tarde en Colombia.
Sin embargo, desde Boca afirman que Pablo Pérez sí está herido. De hecho, el capitán xeneize fue a practicarse estudios oculares en una clínica de Buenos Aires. Desde el puesto de salud se viralizó una imagen con el futbolista herido en el ojo izquierdo.
Además de Pérez, otros futbolistas sufrieron vómitos por gases lacrimógenos. Dos de ellos los colombianos Sebastián Villa y Edwin Cardona, quienes no sufrieron heridas físicas.
Conmebol decidió que se juegue la final River-Boca
El documento del cuerpo médico de la @CONMEBOL. Habla de "lesiones superficiales y de dos refirieron lesiones en la córnea, lo cual no se pudo confirmar por nuestro cuerpo médico". #CopaLibertadores #Superfinal pic.twitter.com/kEKjRptan2
— Javier Lanza (@javierlanza) November 24, 2018