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¡El Tour de Francia! Eliminó a Bélgica y llegó a la etapa final del Mundial

Una final adelantada. Francia y Bélgica son para los entendedores los que mejor fútbol exhibieron en esta Copa del Mundo. El azar los quiso cruzar antes de la final, lo que generaba una atención extrema al partido de semifinal.

El escenario fue el estadio de San Petersburgo. En la ciudad de las noches blancas, al norte de Rusia, ambas selecciones querían que la penumbra no le bajara las persianas. Por eso, cada detalle contaba para estar más cerca del éxito.

Por el potencial ofensivo de ambos seleccionados se esperaba un partido abierto, con muchos goles. Sin embargo, el plan cambió y la puesta en escena fue diferente.

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De antemano se presumió con un Francia reactivo, contragolpeando y explotando los espacios belgas, algo que sucedió fiel a lo imaginado. Lo que cambió fue la postura de Bélgica, más combativa en el mediocampo con el ingreso de Moussa Dembelé, en reemplazo del suspendido Thomas Meunier.

La mitad de la cancha se transformó en una zona de combate. Sin mala leche, se disputó la pelota con fiereza en el primer tiempo. Los belgas quisieron con densidad suplir el poderío físico galo, pero a medida que pasaron los minutos este se fue imponiendo de la mano de un enchufado Paul Pogba. A su lado, los pac-man N’Golo Kanté y Blaise Matuidi anularon a Kevin De Bruyne.

La única solución belga en la primera parte nació de los pies de Eden Hazard, quien con su gambeta hizo pasar un mal rato a Benjamin Pavard. Pero el Duque necesitaba de un socio que al menos en la primera mitad no se vio. Romelu Lukaku estaba desaparecido y los volantes estuvieron más para pelear que para dar una mano en construcción.

Francia, en cambio, fue dominando de a poco con las corridas de Kylian Mbappé y la creación de Antoine Griezmann, quien aunque intermitente, le daba por momentos chispazos de buen juego a los galos.

Los arqueros también se mostraron concentrados, con una atajada de Hugo Lloris a Toby Alderweireld, que enmudeció el estadio de San Petersburgo. Respondió Thibaut Courtois con una achique exacto sobre Pavard.

Dio la sensación de una mejor Francia, al finalizar la primera mitad. El equipo de Didier Deschamps evidenció fragilidad en la defensa belga y era el momento de aprovecharla. Mbappé, a sus 19 años, fue el abanderado de esa supremacía bleu.

El gol se hacía esperar. Francia tocaba a la puerta, pero Bélgica resistía cada vez más comprometido. Cuando por abajo no se puede, bien lo es intentar por arriba. Allí estuvo la llave del gol. Samuel Umtiti le ganó en el aire a Marouane Fellaini y puso el gol inicial. Courtois no pudo hacer nada para evitarlo.

1-0: Samuel Umtiti anticipó a Fellaini y abrió el marcador (haga clic acá para ver el gol)

Los Diablos Rojos estuvieron obligados a atacar. Roberto Martínez lo metió a Dries Mertens y lo mandó a Fellaini en ocasiones como centro delantero, con el fin de aprovechar su altura. Comenzó el bombardeo belga.

En la otra área, el show era todo de Mbappé. El juvenil entregó un repertorio de fútbol que hacía falta en el campeonato, con regates, tacos, gambetas y potencia física. La defensa roja sufría en demasía al delantero del PSG.

Deschamps bajó el telón. Todos atrás y que Bélgica, si quería prórroga, lo empatara. El ataque de los Diablos Rojos fue incesante, pero poco eficaz. La más clara fue de larga distancia, pero el arquero Lloris respondió con firmeza.

El principal rival francés era el reloj, que pasaba lento cuando los belgas tenían el balón. El recuerdo de Alemania 2006, su última final, cada vez tomaba más color. Sin embargo, el que los galos quieren revivir es el de hace 20 años, cuando en su país alzaron la copa.

Cuando el árbitro Andrés Cunha pitó el final, la imagen de Zidane en Saint-Denis cobró más vida que nunca. Ahora, los galos tendrán la oportunidad de darle sepultura en Moscú, si se coronan el próximo domingo en el estadio Luzhniki. Les resta un paso más.

Video de los goles de Francia vs Bélgica

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