Mundial de Europa, para los europeos. El último mohicano de los sudamericanos era Brasil, con el cacique Neymar. Para seguir con el sueño de traer la Copa al nuevo continente debía vencer a Bélgica, con Francia en el horizonte.
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El partido que todos querían ver. Aunque no tiene palmarés, Bélgica era considerado el mejor equipo de la competencia, ganando sus cuatro partidos previos. Ante el pentacampeón era la prueba de fuego para saber si está para ser monarca o no.
La Verdeamarelha empezó mejor. Cuando el partido era favorable a los sudamericanos, apareció el portero Thibaut Courtois defendiendo el cero.
De la nada, Bélgica se puso adelante. Un tiro de esquina aislado terminó con el cabezazo en contra de Fernandinho, que le do la ventaja a los Diablos. Sin merecerlo, los europeos adelante.
0-1: Tiro de esquina y Fernandinho la mete en contra (Haga clic acá para ver el autogol)
Desde allí sí hicieron merecimientos. Sin Eden Hazard en su esplendor, el peso del ataque belga lo asumieron Kevin De Bruyne y Romelu Lukaku. Entre ambos armaron una gran jugada que el colorado definió con un latigazo para el 2-0. Cimbronazo en Kazán.
0-2: Jugadota de Lukaku y golazo de De Bruyne (Haga clic acá para ver el segundo gol belga)
Mucho castigo para un Brasil que lo intentaba, pero Courtois no permitió el descuento rápido en el segundo tiempo. Sus atajadas deprimieron al Scratch, que tomó vida con un gran cabezazo, luego del centro preciso de Philippe Coutinho.
1-2: Enorme asistencia de Coutinho para el cabezazo de Renato Augusto (Haga clic acá para ver el gol brasileño)
De ahí en más, quince minutos y el descuento fueron todo de los sudamericanos. Bélgica se tiró atrás y sintió la presión de eliminar al candidato. Las atajadas de Courtois evitaron un empate que en ese momento era merecido.
El portero se vistió de héroe, sobre todo con una atajada a Neymar, cerrando la persiana de la remontada. Brasil se fue del Mundial con la cabeza en alto, pero con la sensación de fracaso en un campeonato lleno de sorpresas.
