¡Un día para recordar! La Selección se levantó y de qué manera lo hizo. Muchos de los jugadores que tuvieron un rendimiento flaco frente a Japón, esta vez se redimieron. James retornó a lo grande y José Pékerman fue el profesor que la Tricolor necesitaba, sin errores. Muchos se merecieron la mejor nota, pero solo uno se sacó un diez.
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Calificaciones de los jugadores de Colombia vs Polonia
David Ospina (8): Inmenso. Apareció el portero que nos tenía acostumbrados en tantos capítulos. Dos atajadas en el segundo tiempo mantuvieron el cero, cuando más amenazaba Polonia. Pudo salir en dos ocasiones por lesión, pero no lo hizo.
Santiago Arias (7,5): Sobrio. No se desbordó a la hora de atacar y fue seguro cuando de defender se trató. Tuvo el orden que siempre se le reconoce, pero que con Japón se le extravió.
Yerry Mina (9): Confiado. Recobró la moral que en el Barcelona le faltó. No solo se vio en el gol que anotó, por los aires donde nadie le gana, sino también en los anticipos y las entradas a los atacantes polacos, sobre todo a Lewandowski.
Davinson Sánchez (8): Seguro. Lo que le faltó en Saransk, le sobró en Kazán. Se mostró dócil con el balón, amigado a la hora de sacar el equipo. Por arriba no falló y no se complicó cuando tuvo que rebolear la pelota.
Johan Mojica (6): Cumplió. No estuvo al nivel de sus compañeros, pero no desentonó. Tuvo algunas complicaciones en el sector derecho, las que disimuló con entrega. No aportó tanto en ataque como debería.
Wilmar Barrios (8): Oficioso. No se notó y eso es bueno. Fue la balanza en el medio del campo, recuperando la pelota y entregándosela a los que saben. Siempre estuvo bien posicionado y fue una piedra en el zapato para el mediocampo polaco.
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Abel Aguilar (7): Líder. Estuvo media hora en el terreno de juego y lo hizo bien. Tuvo voz de mando para no dejar caer el espíritu del equipo y fue una aduana entre defensa y creación. Siempre pasó bien la pelota.
Juan Guillermo Cuadrado (9,5): Imparable. Volvió loca a la defensa polaca, sobre todo el costado izquierdo. Usó su habilidad al servicio de su equipo y no de su ambición individual. Cuando tuvo que asociarse, lo hizo; cuando tuvo que gambetear, no le sacaron la pelota.
Juan Fernando Quintero (9,5): Crack. Así le dijo José Pékerman en un par de ocasiones y define el partido redondo que tuvo. Marcó el compás de la Selección, que se movió a su ritmo. Cuando aceleró, encontró sintonía. Cuando puso la pelota bajo el pie, tranquilizó a un equipo que siempre estuvo sereno. No se lleva el 10 porque otra vez se quedó sin gasolina al final.
James Rodríguez (10): Majestuoso. El partido perfecto. No por haber anotado gol, que esta vez no le tocó convertir, sino porque fue el semblante del equipo. Siempre estuvo metido. Ofició de líder y demostró que con él, Colombia es una, y sin su presencia es otra.
Radamel Falcao (9): Inmarcesible. Como el himno, el Tigre fue el gen colombiano en Kazán. Trabajador, solidario, compañero, decisivo. Salió de la escena cuando por detrás armaban el fútbol. Desgastó a la defensa polaca con su movilidad y en el momento de su oportunidad, la mandó a guardar.
Mateus Uribe (8): Indispensable. Entró a reemplazar a Aguilar, que lo venía haciendo bien, y para nada le pesó. Con él, el mediocampo tuvo más dinámica y no perdió recuperación. No se desequilibró a la hora de atacar, dando una mano si ameritaba y quedándose en su posición en otras ocasiones.
Jefferson Lerma (7): Laborioso. Su función fue reforzar la defensa, cuando se consiguió la ventaja de dos goles. No se complicó, fue un muro en el medio del campo, espantando la valentía polaca.
Carlos Bacca (6): Amigable. Entró más que nada para que Falcao se llevara la ovación y así lo entendió. No tuvo oportunidades, pero corrió, a pesar de que la goleada estaba sentenciada.