El espíritu inmortal de la Copa Mundial de la FIFA no solo se mantiene, sino que se agranda cada cuatro años. La mística de selecciones históricas, junto a las historias inéditas que cada certamen nos presenta (como la de Islandia y Panamá en Rusia 2018), hacen del Mundial el certamen más hermoso de todos los deportes.
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Sin embargo, en tiempos de HD, 4K, 3D, realidad virtual y otras tecnologías, la FIFA se encaprichó con un detalle que empaña la historia de las naciones participantes y sus seleccionados.
Desde 2014, el ente organizador tomó la decisión de hacer un contraste en los uniformes que designa para cada partido. La FIFA asegura que es por cuestiones televisivas. No obstante, los uniformes tradicionales están quedando de lado.
En el campeonato de Brasil varias selecciones se quejaron, siendo la anfitriona la primera. En ese entonces, el Scratch consiguió que FIFA no le objetara la vestimenta contra Croacia, en el partido inaugural.
La intención de los organizadores era que el pentacampeón del mundo vistiera pantaloneta blanca, pero la entonces escuadra de Luiz Felipe Scolari se rehusó y ganó la pulseada.
Ahora, en Rusia 2018, el atropello de FIFA a los colores tradicionales es más descarado. Egipto, que usa camiseta roja, pantaloneta blanca y medias negras, tal cual su bandera nacional, debió cambiar a shorts negros en su debut contra Uruguay, a pesar de oficiar como local.
La misma suerte corrió Francia versus Australia, que no pudo exhibir sus medias rojas y emular su típico atuendo tricolor, con el que salió campeón en su país por ejemplo, en 1998. La decisión es inentendible ya que los Socceroos jugaron completamente de amarillo.
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Argentina debutó en un campeonato mundial por primera vez con indumentaria alternativa. Poco le interesó a FIFA su condición de cabeza de serie, que lo hizo debutar completamente de negro, ante Islandia.
Otro que tuvo que resignar indumentaria fue Costa Rica. En su debut contra Serbia, las típicas medias blancas de los Ticos no estuvieron presente, porque los balcánicos jugaron de albos.
Por fortuna, FIFA le respetó los colores a germanos y mexicanos, en el duelo del estadio Luzhniki.
La Selección Colombia también sufre esta medida. La FIFA no le permitió inscribir la típica indumentaria amarillo, azul y rojo, porque la segunda equipación era azul oscuro con naranja. Ante la imposición, a la Tricolor no le quedó de otra que anotar amarillo-blanco-blanco en su primer uniforme, y completamente oscuro en el segundo.
Cuando la televisión era a blanco y negro, o apenas con colores desteñidos, nunca hubo problema por los uniformes tradicionales ¿Por qué FIFA hoy pone tanto problema? Que el negocio no dañe la mística.
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