El gol del Real Madrid en la final de la Champions League fue un remate de esos que aparecen en los momentos más extraños. Un error infantil del portero Loris Karius causó que el Liverpool se viera en desventaja muy vergonzosa.
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El gol se dio en el minuto 51, cuando el Real Madrid atacaba para tratar de imponer una rápida ventaja que le asegurara su tercera Champions League consecutiva. El portero alemán agarró un remate de larga distancia, pero cuando iba a hacer un saque de rutina a su defensor, le terminó dando el balón a Karim Benzema, para que rematara y clavara el balón.
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La presión de Benzema hizo quedar muy mal al arquero del Liverpool, pero el gol del Real Madrid en la final de la Champions League también premió al delantero francés que provocó el error de Karius.
El Liverpool logró un empate parcial con la cabeza de Sadio Mané, pero Gareth Bale entró desde el banco para meter un golazo de chilena y recuperar la ventaja madridista.
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