Mohamed Salah es el hombre del momento. Su habilidad, gambeta, remate y determinación con el Liverpool hace que todos hablen de él. Incluso, hay quienes lo postulan para ser Balón de Oro esta temporada, algo que podría darse si gana la Champions League.
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Sin embargo, por extraño que suene, el egipcio no estaría presente en la final de Kiev. Liverpool tiene encaminada la clasificación, luego del 5-2 en el partido de ida en Anfield Road, frente a la Roma. No obstante, el juego decisivo y la presencia de Salah es una incógnita.
Bien sea contra el Real Madrid o contra el Bayern Múnich, el problema de ‘Momo’ es la fecha. La final de la Champions League será el 26 de mayo, justo durante el mes del Ramadán, del 16 de mayo al 17 de junio.
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La práctica religiosa de los musulmanes no permite ingerir alimentos, tomar bebidas o sostener relaciones sexuales hasta que se ponga el sol. Para un deportista de elite, esto atenta contra sus posibilidades físicas y atléticas.
Este problema ya lo había anticipado Héctor Cúper, entrenador de la selección de Egipto, quien avisó que para él es un problema el Ramadán, justo antes del Mundial de Rusia.
“¿Y yo cuándo entreno? ¿A las 5 de la mañana? No puedo hacer entrenar a alguien que no bebe líquido ni tiene calorías en el cuerpo”.
No obstante, en los tiempos modernos, se está llevando a cabo un debate en los países musulmanes sobre si los deportistas de elite deben tener una excepción o no. Con la religión tan radical que tiene el mundo musulmán, es difícil que se permita, pero la alternativa está puesta en consideración.
¿Qué hará Salah? La Champions y el Mundial quieren verlo en óptimas condiciones, pero la religión le pide otra cosa. La decisión se sabrá en los próximos días.