La Champions League entregó la segunda decepción de la temporada. Similar a lo ocurrido con el cuadro parisino, los cityzens realizaron el mismo papelón. Una gran inversión en jugadores de alto nivel no fue suficiente para alzar ‘la orejona’ el 26 de mayo en Kiev.
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Después de cabalgar la Premier League de principio a fin, el Manchester City no logró su principal objetivo, el cual era coronarse campeón del torneo de clubes más importante de Europa. Y es que, después de sobrepasar la fase de grupos y de superar al Basel en octavos, se topó contra un aguerrido y trabajado Liverpool.
Dar vuelta al marcador no era tarea fácil, sin embargo la ilusión estaba latente y más cuando a los dos minutos, Gabriel Jesús inflaba las redes por primera vez. Allí, la afición soñó con revertir lo ocurrido en Anfield y con justa razón, su equipo era amo y dueño de la pelota, generando toda clase de oportunidades.
Gol do Gabriel Jesus pic.twitter.com/e3NBVDaZjK
— Bola na Rede (@BolaNaaRede) April 10, 2018
Las atajadas de Loris Karius, los disparos en los postes y la mala definición fueron las claves de esta sorpresiva eliminación. Además, en medio del desespero por lograr las demás anotaciones, se perdió el orden y llegaron los goles de Mohamed Salah y Roberto Firmino para el 1-2 final.
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https://twitter.com/radisports/status/983805385546043392
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Es así como, una de las escuadras más fuertes y firmes candidatos junto con el Bayern Múnich, por su regularidad, quedó afuera de este campeonato. Este resultado pone nuevamente a prueba la teoría de que no siempre el hecho de invertir traerá consigo buenos resultados, también serán necesarios otros factores.
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