Lo esencial del fútbol son los jugadores que lo practican. Ellos, son los que a la larga brindan espectáculo para la afición, siendo queridos o no, amados u odiados.
PUBLICIDAD
Sin embargo, a pesar de ese rol protagonista, los futbolistas son la pata más vulnerable del negocio, cuando de condiciones laborales se trata. Por años, fueron atropellados y tratados como esclavos, por parte de clubes que más que empleadores parecían señores feudales de antaño, dueños de la tierra y de quienes la labraban.
Tal mecanismo de acción se rompió con el Caso Bosman. El problema del futbolista belga Jean Marc Bosman cambió para siempre el derecho laboral deportivo, permitiendo a los jugadores ser libres de decidir su futuro, manteniendo una relación igualitaria con los clubes.
Desde ese episodio de 1990, con resolución y sentencia en 1995, los equipos de fútbol y sus jugadores firmaban un convenio laboral con fecha de vencimiento. Además, los jugadores podían elegir el equipo en que querían actuar, siempre que llegaran a acuerdos con los dueños de su ficha.
No obstante, el caso que cambió el fútbol mundial no resolvió todos los problemas laborales de los jugadores, menos en Latinoamérica. En Colombia, varios son los casos de litigio entre futbolistas y clubes por problemas contractuales.
El último caso resonado fue el de Mateo Casierra contra el club dueño de sus derechos de formación, Deportivo Cali. El futbolista reclama un porcentaje de su pase que nunca se le canceló, además del 8% que por obligación le toca cobrar a los protagonistas en cada transferencia.
El litigio se mantiene y mientras se resuelve, la Asociación Colombiana de Fútbol (Acolfutpro), quien vela por los derechos de los futbolistas profesionales en Colombia, alcanzó un histórico acuerdo con los entes que rigen dicho deporte en Colombia.
PUBLICIDAD
Federación Colombiana de Fútbol, Dimayor (liga profesional) y Difutbol (fútbol amateur), anunciaron la creación de la Cámara de Resolución de Disputas, que intentará mediar en dichos problemas y generar mayores garantías laborales para los futbolistas colombianos.
Desde 2008 teníamos establecida y aprobada la CNRD. Durante todo este tiempo la resolución de conflictos se le adjudicó a la comisión del estatuto del jugador de Dimayor, que sin tener las herramientas que sí tiene la CNRD, ayudó y actuó de muy buena forma. pero ya definitivamente la Federación acabó de aprobar la Cámara para que empiece a actuar desde ya”, afirmó el presidente de la Fedefútbol, Ramón Jesurún.
Ante el histórico acuerdo alcanzado, PUBLIMETRO consultó a la cara visible de los futbolistas profesionales, cuando de defender sus derechos se refiere: Carlos González Puche.
El titular de la Acolfutpro considera que la creación de la Cámara es un paso adelante para tener mayor equidad en la resolución de dichos conflictos.
“Es un mecanismo alternativo para resolver conflictos en el fútbol a través de tribunales de arbitramento constituidos de forma independiente con fundamento en las leyes colombianas. Temas laborales, incumplimientos contractuales, incumplimientos de pago de porcentajes de transferencias”, manifestó.
Eso sí, dejó claro que este ente no tratará temas que tengan que ver directamente con la justicia ordinaria, como incumplimiento en seguridad social, accidentes de trabajo, entre otras.
“En ese caso los jueces tienen la potestad. Somos un mecanismo rápido, seguro y gratuito”.
Paso adelante para un fútbol más justo dentro y fuera de la cancha. Los futbolistas, esos que dejan el alma en cada jugada, seguirán siendo los protagonistas estelares del espectáculo, pero ahora estarán mejor respaldados.