Acrobacias, llaves y castigos son algunas de las técnicas que Microman práctica durante su entrenamiento, tiene 19 años y vive en la colonia Morelos de la CDMX. Es el luchador de menor estatura en la categoría de microestrellas del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL); mide un metro y pesa 26 kilos. Desde niño le cautivó este deporte, apenas terminó la secundaria, se dedicó de tiempo completo a la lucha libre.
PUBLICIDAD
“Estaba estudiando un curso de programación, de computación, pero conforme comencé a entrenar no me alcanzaba el tiempo…decidí dejar el estudio por un momento y dedicarme a la lucha, más adelante pienso retomar el estudio”dice. Es el mayor de tres hermanos, su padre es la icónica mascota de lucha libre “Alushe”, ahora conocido como “Kemonito».
Microman dice que su padre le da consejos y lo apoya en su carrera. “Me ayudó a no sentirme menos, a hacer las cosas que podemos hacer, y las que no estén a nuestro alcance, bueno pedir ayuda… todos somos iguales, somos personas, creo que no existe ninguna diferencia entre alguien como nosotros y una persona normal», afirma.
Cuando decidió ser luchador, los primeros días de entrenamiento fueron difíciles, tuvo que enfrentarse a luchadores más grandes y fuertes que él. «Después de que llegaron los demás luchadores como yo, pues ya fue más fácil porque ya tenía a alguien que me apoyara, alguien con quien hacer las cosas de mi talla, ya no era tan pesado como hacerlo con los luchadores de talla normal», cuenta.
Microman debutó el 30 de abril del año pasado en la Arena Ciudad de México, aseguró que ese día tuvo muchos nervios pues desde 1952 no se retomaba el concepto de lucha con personas de baja estatura. Los luchadores que más admira son a “Carístico” y “Mascarita Dorada”, dice que el mini luchador es un ejemplo a seguir por sus “extraordinarios” saltos y movimientos arriba del ring.
A casi un año de su debut, Microman se ha presentado en casi todo el país, incluso en Estado Unidos. Por eso, agradece a sus admiradores, compañeros y familia que lo han apoyado durante su carrera. “El público es el que nos puede deshacer, el que puede decir, ese luchador ya no me agrada y ese luchador ya se acabó, sin el público el luchador ya no es nada», afirma.
Uno de los sueños de Microman, es que la categoría de microestrellas sea la protagonista en el ring y no sólo un espectáculo secundario. Anhela algún día ganarse un cinturón del consejo Mundial de Lucha Libre.
PUBLICIDAD
Con imágenes e información de Alejandra Pardo, UNO TV.