Dimitió de la Liga el Real Madrid con su derrota en el clásico del 23 de diciembre, pero su caída sin red puede tener consecuencias en el resto de competiciones en un equipo que no encuentra soluciones. Bloqueado mentalmente, sin pegada ni seguridad defensiva, el ímpetu no fue suficiente para levantarse de la lona ante un Villarreal ordenado que golpeó como más duele, a dos minutos del final, con un bonito tanto de Pablo Fornals.
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Los valores madridistas que tantos triunfos le dieron sobre la hora están ausentes. Un equipo sin alma ni capacidad de reacción, cerró una primera vuelta para el olvido, con el mismo número de tropiezos que de victorias, nueve, y encadenando dos derrotas en su estadio sin ser capaz de hacer un solo gol. Con Cristiano Ronaldo personificando el duro momento que atraviesa el equipo de Zidane, desesperado tras cada ocasión perdonada, intentando sin éxito aportar goles a un equipo llega pero le falta un fútbol fluido.
A 16 puntos de un Barcelona que jugará en Anoeta ante la Real Sociedad y sintiendo ya presión de los equipos que ocupan puestos de Liga Europa, con el Villarreal que enlazó su tercer triunfo consecutivo a domicilio a un solo punto y el Sevilla teniendo en su mano empatar a los de Zidane si vence al Alavés en Vitoria.
La renuncia a la pelea por la Liga del Real Madrid contrasta con el espíritu de lucha de Atlético de Madrid y Valencia que firmaron su segunda victoria liguera consecutiva del 2018, para impedir relajaciones al Barcelona.
Los de Diego Simeone cortaron la racha del Eibar sin Diego Costa pero siempre con un Oblak brillante en sus actuaciones para sellar nuevamente su portería con el sexto 1-0 a favor del equipo rojiblanco de la temporada. El tanto de Kevin Gameiro a los 26 minutos dio el botín ante un rival que nunca dejó de buscarlo. Llevaba siete partidos consecutivos sin perder, cuatro victorias seguidas en Ipurua y tres triunfos ligueros consecutivos.
Pero el Atlético de Madrid, y más con la llegada de Diego Costa y Vitolo en el mercado invernal, ya tiene el chip de aspirante al título y mete presión al Barcelona al situarse a seis puntos. Mientras que a ocho queda un Valencia al que Marcelino García Toral cambió la identidad. Tiene 18 puntos más en la primera vuelta que hace justo un año y en Riazor volvió a ser efectivo castigando con dureza los errores del Deportivo de la Coruña (1-2).
Un regalo del portero Rubén, que colocó mal el cuerpo a disparo de Guedes, y los errores defensivos aprovechados por Rodrigo, daban una plácida victoria al Valencia hasta que el orgullo del conjunto coruñés le permitió poner emoción a la recta final tras la tercera jornada marcando de Andone, autor de los tres últimos tantos del Dépor. Su puntería no la tuvo Adrián, que en el añadido tras pase de Lucas, chutó arriba un mano a mano con Neto.
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El Dépor podría caer a descenso si el Alavés vence al Sevilla, pero sale beneficiado de los resultados de la UD Las Palmas y Málaga. Paco Jémez pasó uno de los partidos más sonrojantes de su carrera en Girona, encajando seis tantos, cinco en una segunda mitad que exhibió todos los defectos que tienen colista al equipo isleño. Un triplete de Michael Olunga más los tantos de Cristian Stuani de penalti, Borja García y Portu dieron forma a la mayor goleada en la elite del equipo catalán.
Mientras que un tanto de Juan Cala en el minuto 73 en el Coliseum Alfonso Pérez, dio el triunfo al Getafe (1-0) ante el Málaga y provocó la destitución de José Miguel González «Míchel». La paciencia de Al Thani se acabó y los 11 puntos en la primera vuelta provocan el cambio y la llegada de José González al banquillo, intentando cambiar el rumbo.