Independiente de Avellaneda se quedó con la Copa Sudamericana y lo celebra Atlético Nacional. El equipo verdolaga, que sueña con repatriar a Reinaldo Rueda, vio como su Flamengo no pudo imponerse en Maracaná y peligra su continuidad al frente del equipo carioca.
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El «Rey de Copas», que había vencido por 2-1 en el partido de ida de la final la semana pasada en Buenos Aires, supo administrar este miércoles en Río de Janeiro un empate que le permitió conquistar otro título internacional tras siete años de ayuno y sumar su segunda Copa Sudamericana a la que conquistó en 2010.
El club más popular de Brasil, que jugó a gusto en un Maracaná abarrotado al que asistieron 62.567 espectadores, de los que sólo 4.000 eran argentinos, abrió el marcador a los 30 minutos del primer tiempo por intermedio del joven Lucas Paquetá, su mejor jugador en la cancha.
A los 30' del primer tiempo, Lucas Paquetá marcó el 1 a 0 de Flamengo ante Independiente por la final de la Copa Sudamericana. Inolvidable para el mediocampista de 20 años. pic.twitter.com/7eG9Mh8s2f
— Carlos Arasaki (@carasaki10) December 14, 2017
La dicha duró poco porque Independiente empató nueve minutos después con un penalti que sufrió Maximiliano Meza y convirtió impecablemente Ezequiel Barco.
A la edad en la que muchos se ponen nerviosos antes de un examen en el colegio, Barco pidió patear el penal en un Maracaná intimidante y empató la final de la Copa Sudamericana con autoridad y templanza. 18 AÑITOS. pic.twitter.com/SO23WQ5FQJ
— Carlos Arasaki (@carasaki10) December 14, 2017
Como campeón de la Sudamericana, el Independiente garantizó un cupo en la Libertadores del próximo año y tendrá derecho a jugar la Recopa Sudamericana frente al Gremio brasileño, flamante campeón de la Libertadores.
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Tras veinte minutos de pleno dominio del Flamengo, el Diablo Rojo se fue soltando más en la cancha, avanzando sus líneas y llegando con más frecuencia a la portería de César.
La euforia en el templo del fútbol brasileño duró poco porque, tras un penalti que sufrió Meza cuando avanzaba hacia la portería del Flamengo, Ezequiel Barco cobró de forma imparable hacia la izquierda e igualó el marcador en el minuto 39.
A esa altura, Holan ya había sacrificado definitivamente a Benítez para reforzar la defensa con Albertengo, lo que le permitió administrar con tranquilidad el resto del primer tiempo.
Para la segunda mitad, Flamengo volvió a volcarse sobre la portería del Independiente y llevó peligrosidad tanto con Paquetá como con Vizeu, peros los visitantes supieron defenderse con tranquilidad y comenzaron a cadenciar el partido y a demorar la puesta del balón en juego.
Rueda, urgido de una victoria, mandó a la cancha en el minuto 56 al joven Vinicius Junior, el fichaje millonario del Real Madrid, en el lugar del lateral peruano Miguel Trauco, con lo que se lanzó totalmente al ataque con cuatro delanteros.
El Independiente percibió la vulnerabilidad en la zaga brasileña y comenzó a lanzarse en peligrosos contragolpes, en uno de los cuales Gigliotti por poco pone en ventaja a los visitantes con una vaselina que superó a César y que Juan sacó milagrosamente.
Durante prácticamente todo el segundo tiempo, el Independiente se dedicó a administrar el empate y a salir en contragolpes que silenciaban por segundos el Maracaná ante un Flamengo que insistió hasta el final y que llegó a tener cinco delanteros en la cancha, con la entrada de Everton Ribeiro.
Pero ni la presión dentro de la cancha ni el apoyo de la fiel hinchada en el Maracaná ayudaron al Flamengo a remontar la derrota que sufrió en Buenos Aires y a Rueda a ganar su primer título en Brasil.