Errores se presencian en todos lados. Hace apenas unas horas, Wilmar Roldán estuvo en boca de todo el mundo (salió en portadas de diarios europeos) por el error en la semifinal de la Copa Libertadores, entre Lanús y River. Sin embargo, ante la polémica suscitada en España, lo del colombiano pareció apenas una pilatuna.
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Sucedió en la segunda B del fútbol ibérico, es decir la tercera división. El juego entre Gimnástica Segoviana y la Ponferradina entró en su etapa de definición, con empate a cero.
En la última jugada del partido, al minuto 93, los visitantes tuvieron la victoria en los pies de Andy, quien se la picó al arquero con gran categoría. Pero, a un metro de que el balón ingrese, el juez central López Parra, decidió dar por finalizado el partido.
El reloj le da la razón al silbante, ya que dio tres minutos de agregado y pitó el final 17 segundos después. Sin embargo, parece un acuerdo tácito dejar el último ataque al rival, siempre que esté en la zona de ataque. Este árbitro no lo vio así.
Volviendo a Roldán, esta jugada es muy parecida a una que el juez antioqueño pitó en 2008, durante la final entre América de Cali y Boyacá Chicó, cuando en el juego de ida el árbitro pitó el fin del encuentro, justo en el momento en el que Adrián Ramos se iba de cara al gol. El encuentro terminó en empate.
Tranquilo, Wilmar, en España te superaron.