Lo que era ilusión, hoy es confusión. La primavera de James Rodríguez en Múnich se acabó con la partida de Carlo Ancelotti. Su estado físico no es el óptimo y el anímico tampoco. Tanto así, que al colombiano se le pasa por la cabeza abandonar el Bayern incluso en enero.
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Sin embargo, esta se asoma como la opción más cobarde, teniendo en cuenta la calidad que demostró James Rodríguez en su carrera futbolística. Triunfar en el Bayern Múnich no es una utopía, pero para ello el colombiano deberá modificar aspectos de su juego y de su vida.
1- Mayor disciplina táctica
El talento de James está fuera de discusión. Con la pierna zurda es capaz de colocar la mejor asistencia, o anotar el mejor gol de un Mundial, como sucedió en 2014. Sin embargo, el compromiso defensivo fue cuestionado en su momento por Claudio Ranieri, Zinedine Zidane y hoy por Jupp Heynckes.
Aunque su mejor faceta es la ofensiva, el colombiano demostró en su primer etapa en el Real Madrid y en la parte final en el Mónaco, que puede hacer el trabajo táctico que le exigen los entrenadores. Es cuestión de actitud.
2- Fortaleza mental
No es la primera vez que James pasa por momentos difíciles en un equipo grande. En su última etapa por el Real Madrid, esto fue una constante. Aunque al comienzo luchó y trató de convencer a Zidane, al final bajó los brazos.
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La mentalidad de James, que tan fuerte se ve en la Selección Colombia, quedó en entredicho. Más si se tiene en cuenta que otros en su mismo lugar sí pudieron revertir la situación. Es el caso de Isco, quien pasó de estar por detrás de James en la consideración, a ser uno de los mejores futbolistas del mundo en la actualidad.
3- Relación con los compañeros
James ingresó muy rápido en el ambiente y la camaradería con sus compañeros en el Real Madrid. Enseguida, le cayó bien a Cristiano Ronaldo, así como al resto del plantel. En el Bayern no ha sido tan así.
El colombiano tiene onda con los jugadores de habla hispana, e incluso con los de lengua portuguesa, como Rafinha. En cambio, con los europeos de países más lejanos le viene costando. La relación con Lewandowski, Muller, Hummels, Robben y Boateng no es la ideal, pero es algo que se puede subsanar con algo de carisma… y con un traductor.
4- Mejores decisiones en el campo
Aquel James que se vio en el Mundial del 2014 y en la primera etapa del Real Madrid jugaba más pausado. Sus decisiones no eran aceleradas, al contrario, tenían la elaboración necesaria para dar un toque de calidad.
Esa genialidad se convirtió en apuro y errores constantes. Cuando debe pegarle, pasa el balón; cuando debe dar un pase, remata al arco. Si se serena y le pone mayor inteligencia a su juego, veremos al James Rodríguez que supimos disfrutar no hace mucho tiempo atrás.
5- Aprender alemán
Parece un tema menor, pero no lo es. Jupp Heynckes le exigió al colombiano tener mayor dominio de la lengua germana, lo que hará que mejore la comunicación entre él y sus compañeros.
Este detalle menor y que no es indispensable, sí resulta serlo en la posición que ostenta el colombiano, además para mejorar la relación con el entrenador y como un desafío personal que probará su carácter. James puede lograr todo.