Perú tiene ansias de volver a un Mundial. La nación está volcada en un propósito: regresar a un campeonato orbital luego de 36 años de ausencia. Para alcanzar el sueño, todos confían en Ricardo Gareca. El argentino le devolvió la fe al pueblo incaico y por eso su palabra es santa en la selección y en todo el país.
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Con capacidad demostrada, el ‘Tigre’ se destaca por ser alguien serio, trabajador y muy ecuánime en la toma de decisiones. Su buena relación con la directiva, jugadores y prensa, le han dado poderes para encarrilar un proceso que puede depositarlos en Rusia 2018.
Sin embargo, Gareca también tiene actitudes muy propias que aunque son difíciles de entender, son aceptadas en función de clasificar al mundial. Unas de ellas son las populares cábalas. Así como mucha gente esquiva cruzar por debajo de una escalera, o romper un espejo, el ‘Tigre’ tiene sus agüeros.
Por ejemplo, el entrenador argentino no tolera el color verde. El ‘Tigre’ aprendió esta cábala en su etapa por la selección argentina, en la que lo dirigió Carlos Bilardo. El DT campeón del 86 odiaba el ‘color esperanza’ y muchos de sus dirigidos asumieron esa costumbre.
Visitas de políticos, tocar a la novia en matrimonios, los asientos en los que viaja e incluso la elección de las estaciones radiales que se escucha en los buses que transporta a la selección peruana, son otras de las supersticiones de Ricardo Gareca.
Pero, sin duda alguna, la cábala más extraña que tiene el exjugador del América de Cali es prohibir a sus dirigidos la música de Marc Anthony. Esta fijación nació en su paso por Independiente Santa Fe, durante el año 2006.
Gareca no permite que sus dirigidos escuchen o si quiera tarareen canciones del boricua. Es decir, canciones como ‘Vivir la vida’, ‘Valió la pena’ o ‘La Gozadera’ no se pueden escuchar en el seno de la selección incaica.
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Todo se remonta a septiembre de 2006, cuando el ‘Tigre’ dirigía a Independiente Santa Fe y tras escuchar la música de Marc Anthony, su equipo fue vapuleado 4-1 por Deportivo Pereira, en el estadio El Campín.
A partir de allí, el salsero fue vetado por el argentino. La obsesión llegó a tal punto que el DT prohibió hacer pruebas de sonido en el estadio de Universitario, durante su paso por el equipo crema de Lima, en 2007.
Hace un mes, la Federación Peruana cambió de manera repentina la sede del partido ante Bolivia, en la capital inca. El partido, que se iba a disputar en el estadio Nacional, terminó jugándose en el Monumental de Lima. Aunque nadie lo confirmó, lo cierto es que 15 días antes del juego se presentó el artista neoyorquino en la casa de la selección, en Lima.
El sueño de Perú está más vivo que nunca y mientras los resultados se den, Ricardo Gareca puede hacer y deshacer. Eso sí, que no se le ocurra a la FIFA llevar a Marc Anthony para la inauguración del torneo en Rusia, si es que los incas clasifican.