Valeria Carreño y Valentina Rodas son dos tenistas juveniles, promesas del deporte blanco en Colombia. Admiradoras del estilo de ídolos como María Sharapova o Rafael Nadal, el mayor sueño de ellas es algún día representar a Colombia en la Copa Federación (La versión femenina de la Copa Davis).
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Ellas hacen parte de una camada de niños con enorme talento, patrocinados por varias marcas entre las que destaca Milo, que confían en que a mediano plazo Colombia sea una potencia sudamericana en tenis.
Valeria es campeona nacional y ocupa el octavo lugar del circuito latinoamericano en su categoría. Su recorrido mundial ya empezó y en breve quiere triunfar en las pistas del mundo, como la tenista que admira, la bielorrusa Victoria Azarenka.
“En esta carrera hay que tener ganas y actitud. Cuidar el físico y sacrificar mucho”.
El mismo pensamiento tiene Valentina Rodas. Paisa de pura cepa, quien a sus 12 años ya es número uno del país en la categoría sub 12.
Mientras se prepara para asistir al mundial de tenis infantil, que este año se realizará en Bolivia durante el mes de octubre, ella cree tener la mentalidad que tanto hace falta a los deportistas colombianos en el tenis profesional.
“Cuando uno se mete al tenis uno prefiere ir a un torneo que estar con las amigas. Yo tengo una frase que es “yo no pierdo, nunca; tengo solo dos opciones que son ganar o aprender””.
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Colombia no tiene un referente en el tenis femenino desde el retiro de Fabiola Zuluaga, en 2006. Catalina Castaño, antes; y ahora Mariana Duque Marino, intentaron no dejar apagar el entusiasmo del tenis femenino, pero ha sido una lucha con el viento en contra.
Castaño se retiró en 2014, luego de haber alcanzado el puesto 71 de la clasificación WTA, la más alta en su 16 años de carrera.
Con 28 años de edad, Duque ocupa el lugar 109 del ranking, pugnando por ingresar a los torneos más relevantes, teniendo que disputar la fase clasificatoria en varias ocasiones.
Así como las mujeres, en la rama masculina también tienen la misión de dar el ejemplo e inculcar a las nuevas generaciones para producir una renovación que parece lejos de darse.
Santiago Giraldo, de casi 30 años; Alejandro González, de 28; los doblistas Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, con más de treinta cada uno; sumados al veterano Alejandro Falla, siguen siendo la legión que tiene la misión de meter a Colombia por primera vez en un grupo mundial de la Copa Davis.
Este fin de semana el rival será Croacia. La Plaza de Toros de la Santamaría, en Bogotá, es el escenario en el que la delegación tricolor intentará vencer a los europeos, comandados por el número cinco del mundo, Marin Cilic.
Junto a ellos, decenas de niños prodigio en el tenis nacional estarán esperando un triunfo que los motive a seguir en esta carrera, que tiene el objetivo de poner a promesas como Valeria y Valentina, en la cima.
