Jornada histórica la vivida por el tenis español al ver como Rafael Nadal y Garbiñe Muguruza, gracias a los resultados de la décima jornada del Abierto de Estados Unidos, que se dieron en la pista central Arthur Ashe de Flushing Meadows, aseguran que a partir del próximo lunes serán los números uno del mundo en las respectivas clasificaciones masculina y femenina.
PUBLICIDAD
Nadal, de 31 años, que ya ostenta ese puesto, lo aseguró después que consiguió la victoria por 6-1, 6-2 y 6-2 ante el joven ruso Andrey Rublev en los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos y por la noche el argentino Juan Martín del Potro ganaba por 7-5, 3-6, 7-6 (8) y 6-4 al suizo Roger Federer, el único que se lo podía quitar.
De esta manera Nadal no tuvo que enfrentarse en las semifinales a a Federer, que de haber superado el duelo con del Potro hubiese sido el próximo rival, y siguieron sin haberse visto nunca en una pista de Flushing Meadows, único torneo de Grand Slam en lo que no lo han hecho después de haberse enfrentado ya en 37 ocasiones.
Antes que se diese el triunfo de Nadal y la derrota de Federer, en la pista central Arthur Ashe la estadounidense Coco Vandeweghe, vigésima cabeza de serie, daba la gran sorpresa al derrotar por 7-6 (4) y 6-3 a la checa Karolina Pliskova, primera favorita, y la número uno del mundo.
Una derrota que no sólo le costaría a Pliskova la eliminación sino también la perdida a partir del próximo lunes del puesto de número uno del mundo en la clasificación de la WTA, en favor de Muguruza, que había quedado eliminada en la cuarta ronda frente a la checa Petra Kvitova.
Pero las resultados de sus rivales más directas que optaban también al primer puesto como era el caso, primero de la ucraniana Elina Svitolina, que perdió igual que ella en los octavos, y luego la eliminación de Pliskova, precipitaron el ascenso de Muguruza, de 23 años, actual campeona del torneo de Wimbledon y de Cincinnati.
«Me gustaría jugar el partido que me dé el número uno», declaró Muguruza después de quedar eliminada ante Kvitova, pero los resultados de las rivales, y la ausencia de la estadounidense Serena Williams, fuera de la competición para ser madre por primera vez, le ayudaron a ver realizado el gran sueño de ser la número uno del mundo.
Ahora Muguruza está más comprometida que nunca con seguir creciendo como la gran tenista que ya es, pero que cuenta con un campo muy amplio para crecer y hacer mucha más grandes su historia dentro del tenis español y mundial.