La Selección Argentina está rezando, y no precisamente al Papa Francisco. El combinado albiceleste tiene la soga al cuello y aunque está en zona de repechaje en estos momentos, se juega la vida ante el renacido Perú y en la altura de Ecuador.
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Tan desesperada es la situación de Messi y compañía, que el entrenador Jorge Sampaoli se aferra a lo que sea para estar en Rusia, incluso con un chamán. Esa es la intención del cuerpo técnico y ya se lo habrían pedido a Claudio Tapia, presidente de la AFA.
Se trata de José Ernesto Amador, un cubano que trabajó con Sampaoli en Emelec de Ecuador y en la selección chilena.
Su intención no será rezar para que las artes oscuras clasifiquen a Argentina, eso está fuera del poder que dice tener, pero asegura que con medicina no convencional puede curar a un jugador que tiene para diez días de lesión, en solo dos.
Sampaoli quiere tener a todo su arsenal a disposición para el partido trascendental ante Perú y considera que Amador le puede dar una mano. Los directivos de la AFA no están muy convencidos de la contratación del cubano, pero por ir al Mundial harían lo que sea necesario.
El chamán es famoso entre otras cosas por ser quien recuperó a Alexis Sánchez en tiempo récord en el Mundial, para ponerlo en la final de la Copa América que ganó la Roja en 2015.
Su contrato con la selección austral fue rescindido cuando llegó Juan Antonio Pizzi y lo consideró un impostor e innecesario para formar parte de Chile, otra selección que necesita un milagro para llegar a Rusia 2018.
Por ir al mundial se hace lo que sea, pero es curioso que Argentina, teniendo un papa en el Vaticano, requiera a las artes oscuras para clasificar.
