Una etapa muy complicada de la Vuelta a España se le vino a Christopher Froome. El cuádruple ganador del Tour de Francia sufrió más ataques de los rivales, se fue al piso y perdió tiempo ante los aspirantes para la general, Vincenzo Níbali y Esteban Chaves.
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La jornada del jueves en la etapa 12 de la Vuelta a España llevó a los corredores de Motril a Antequera, pasando por el alto de primera categoría del León y por el segunda categoría del Torcal. El paso por Andalucía estuvo lleno de muchos problemas en el pelotón: inició con la quema del bus del Acqua Blue, en la noche del miércoles antes del arranque de la jornada.
Posteriormente, ya en carrera en el ascenso del Torcal, el avance de los corredores se vio entorpecido por la irresponsabilidad de algunos de los espectadores. Un agente de policía empujó al suelo a una persona que por poco se lleva puesto a Alberto Contador (Trek) en plena fuga, pero no hizo contacto y fue arrollada por una moto. Otro desadaptado logró empujar al suelo a Maxim Belkov (Katusha).
has visto el video del empujon al Katusha?? Sin excusarlo, de ahí la agresividad quiero pensar pic.twitter.com/ej7ruJx9kw
— José Luis Soria (@JoseLuisSoria) August 31, 2017
En carrera, Contador (Trek) saltó al inicio del alto del Torcal acompañado por Nicolas Roche (BMC). Su fuerte ritmo fue demasiado para el tren del Sky, y fue abriendo una ventaja en las rampas finales. Esa misma ventaja abrió entre los fugados el polaco Tomasz Marczynski (Lotto Soudal), que aprovechó su conocimiento del ascenso para separarse de los atacantes.
Froome, uno de los más excelsos corredores en el descenso, trató de aprovechar esta calidad para dar caza a Contador, pero esta vez su bicicleta no estuvo de acuerdo. Sufrió una avería mecánica mientras Níbali, Chaves y otros corredores se alejaban, y 300 metros después se resbaló al tomar mal una curva complicada y cayó.
La caída le ayudó a todos: Contador enlazó con su compañero Theuns para buscar la presa y ascender en el top 10: en el grupo de líderes, Bahrein y Orica empujaron para darle la ventaja a Níbali y a Chaves, y atrás Froome enlazó su tren con Mikel Nieve y Wolt Poels, tratando de reducir al máximo el tiempo perdido.
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Marczynski llegó a la meta luego de 160,1 kilómetros en 3’56:45, a casi un minuto de sus perseguidores. Le sacó más de 8 minutos al grupo, pero el gran beneficiado fue Contador: su ataque le dio 44 segundos sobre Froome y 21 sobre el grupo en el que estaban, entre otros, Miguel Ángel López y Chaves.
En la general, Froome perdió 23 segundos pero no la camiseta roja de líder. Níbali es segundo a 59 segundos, y Chaves es tercero a 2:13. En el grupo del 3 al 8 no hubo cambios, y al ‘Chavito’ todavía lo persiguen 5 corredores en 31 segundos.
Lo que viene
Este viernes habrá etapa plana en la carrera. Se moverá entre Coín y Tomares, y sus 198 kilómetros solo tendrán el paso de un alto de tercera categoría. Esta será una de las últimas oportunidades de los sprinters como Matteo Trentin de brillar en la carrera.
El sábado, sí reaparecerá la montaña ccon un recorrido «rompepiernas» de 175 kilómetros. Sale de Écija, pero pasará los puertos de El Mojón (tercera) y Valdepeñas (segunda) antes del ‘coloso’ del día: el ascenso a la meta en la Sierra de la Ponedera, alto fuera de categoría de 12 kilómetros al 7,3% y con rampas hasta del 13%.
Este será un abrebocas para la monstruosa etapa del domingo, una de las más interesantes. Con un recorrido similar a la etapa de Formigal en la Vuelta 2016, arrancará en Alcalá la Real y pasará por los altos de primera de Hazallanas (16,3 km al 5,5% con rampas hasta del 22%) y del Purche (8,5 km al 8%) para llegar a la meta en el alto de Hoya de la Mora, luego de 19,3 km al 5,6%.