La situación en Venezuela tiene en vilo a toda la región. No solo en lo político, lo social y lo económico, sino también en lo deportivo. Así lo temen en la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y en la Federación Colombiana, más aún después de los hechos ocurridos en el estado de Táchira, lugar donde se llevará a cabo el duelo por la decimoquinta fecha de las eliminatorias camino a Rusia 2018.
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En las últimas horas, en la ciudad fronteriza es donde más focos de violencia se han presentado, a raíz de protestar en contra de la Asamblea Nacional Constituyente, que planea implementar el gobierno de Nicolás Maduro. De las 15 víctimas fatales que dejaron los enfrentamientos entre autoridades y oposición, la mayor cifra se han presentado en Táchira (seis).
Además, la crisis migratoria ha producido que cientos de venezolanos crucen la frontera, alojándose en Cúcuta y provocando disturbios en el límite de ambos países.
Por si fuera poco, dos futbolistas murieron en San Cristóbal en los más recientes acontecimientos, quienes hacían parte de las filiales del Deportivo Táchira, lo que enluta el fútbol venezolano.
En medio de este escenario caótico, en Asunción y en Bogotá se cuestionan: ¿se puede disputar el juego del 31 de agosto en San Cristóbal? La respuesta es incierta ya que desde la Federación Colombiana esperan avales de seguridad para trasladarse a territorio venezolano, pero la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) no pueden otorgarlos.
De hecho, la federación vinotinto admitió tener problemas para organizar la logística de sus selecciones juveniles, producto de los desórdenes públicos que se originaron sobre todo en los últimos 100 días.
El entrenador Rafael Dudamel, quien le pegó a Nicolás Maduro durante el éxito de la ‘Vinotinto’ en el Mundial Juvenil, no está pudiendo entrenar con los jugadores sub 20, por causa de los desmanes presentados en Caracas. A raíz del impase, la FVF emitió un comunicado oficial.
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“Por razones de seguridad se decidió suspender el módulo de trabajo, el primero del nuevo ciclo de la Vinotinto sub-20 que prepara su participación en los Juegos Bolivarianos 2017 y el Sudamericano de la categoría de 2019. Además de la preparación para la próxima doble fecha de la Eliminatoria a la Copa del Mundo FIFA Rusia 2018 por parte de la selección absoluta”.
Otro de los problemas que debe afrontar la federación venezolana son los trayectos aéreos para el equipo visitante. Varias aerolíneas internacionales han cancelado sus vuelos hacia el país oriental, entre ellas Avianca.
Aunque el juego se va a sostener en una ciudad fronteriza, es difícil pensar que la Selección Colombia deba pasar por el puente Simón Bolívar, vía terrestre. Por eso, los trayectos aéreos son otro dolor de cabeza para la organización del picante partido.
No obstante, la FVF aseguró que las obras en el estadio Pueblo Nuevo de San Cristóbal marchan conforme a lo previsto. El ‘templo sagrado’ del fútbol venezolano será quien acoja el partido clave para el combinado cafetero y su infraestructura ha sido mejorada, así como la grama fue reacondicionada, según un informe que entregó el ente rector del fútbol venezolano.
Ante tal clima de hostilidad y represión, ¿qué otras alternativas hay para disputar el encuentro eliminatorio? Una de las opciones que se baraja es la sostener el enfrentamiento en la ciudad de Cúcuta, partiendo de la gran concurrencia venezolana en esa ciudad, producto de las últimas migraciones.
Sin embargo, la FVF no quiere ceder su condición de local y aún cuando le ofrezcan un estadio General Santander dividido entre colombianos y venezolanos, esta es una alternativa a la que se oponen con ahínco. Otras plazas neutrales como Ecuador, Perú o Brasil, tampoco han sido descartadas.
La decisión final se tomará en los próximos días, siempre garantizándole la seguridad al seleccionado que dirige José Pékerman. Colombia y Venezuela han sostenido enfrentamientos muy calientes en los últimos años dentro del terreno de juego, pero lo que no quieren Conmebol y FIFA es que esa efervescencia se traslade a las tribunas y fuera de ella. Se busca paz.