Tiempo de presentación de Santa Fe. No era el momento ideal para debutar, lo dijo su propio entrenador Gregorio Pérez, pero ante el mandato de Conmebol no había nada que hacer sino ir y cumplir, ante un rival del que poco se sabía: Fuerza Amarilla de Machala.
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Los cardenales viajaron hasta Guayaquil con pocos refuerzos. Solo Juan David Valencia hizo parte de la delegación santafereña, que puso a andar el sueño de la Copa Sudamericana, que supo conquistar en 2015.
El escenario era el estadio Alberto Spencer de Guayaquil, con muy poco público en la tribuna, al tratarse de dos equipos foráneos. Solo los más fieles que viajaron desde Machala hasta la frontera con Colombia acompañaron a los ‘bananos’, pero no alcanzaban a ser más de doscientos.
Sin presión en las graderías, Santa Fe estaba obligado a jugar de igual a igual y así comenzó planteando el partido. Por las bandas, el ‘León’ hizo daño en solo 7 minutos cuando un centro de Salazar encontró a Dairon Mosquera en el área chica, entrando por sorpresa para anotar el 1-0 muy temprano en el encuentro.
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Pero, ahí el conjunto capitalino cometió el error de ceder la iniciativa. Santa Fe solo se dedicó a defender y los ecuatorianos se fueron tomando confianza. En el minuto 13, una mano infantil de José Adolfo Valencia hizo que Byron Cano cobrara un tiro penal y empatara el encuentro.
En ese momento, muy temprano en el partido, el juego era muy mal disputado. Ninguno de los dos equipos hacía mérito para ser vencedor de la serie y con muy poco fútbol, se fueron a las duchas.
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En el segundo tiempo, Santa Fe optó por un 4-1-4-1, con el cual mantuvo el orden defensivo y anuló a los locales, que poco inquietaron a Leandro Castellanos. El equipo cardenal resignó sus posibilidades ante un equipo que no mostró credenciales para superar a los bogotanos.
El juego pasó por los pies de Fuerza Amarilla, quien encontró a su mejor en Mauricio Yedro. Por su parte, la figura de los visitantes fue Yeison Gordillo, quien como volante tapón recuperó varias pelotas y anuló a los creativos ecuatorianos.
El punto controversial fue la suplencia de Omar Pérez. El entrenador uruguayo aseguró que iba a contar mucho con el 10 de Santa Fe, pero esta vez no lo puso ni un solo minuto en el estadio Alberto Spencer. Gregorio Pérez decidió meter a Sebastián Salazar, Damir Ceter y el refuerzo Juan David Valencia, pero ellos no pudieron torcer el rumbo del encuentro, que culminó igualado en un tanto.
Para la vuelta tocará esperar cerca de un mes. El juego en el estadio El Campín se producirá el 25 de julio, con el equipo de Gregorio Pérez con más fútbol en las piernas. En la noche de Guayaquil, el conjunto santafereño resintió la ausencia de partidos disputados, pero tiene la obligación de no hacerlo en la vuelta, si quiere continuar manteniendo el sueño sudamericano.