El tenis mundial aplaude los regresos de Roger Federer y Rafael Nadal. Cuando ya parecían en el ocaso de sus carreras, los tenistas icónicos del nuevo milenio llevan un año para enmarcar, con el suizo ganando el Abierto de Australia, así como los torneos de Miami e Indians Wells; por su parte, el español domina por ahora la temporada de tierra batida, coronándose en Montecarlo y Madrid.
PUBLICIDAD
Sin embargo, aunque esa noticia realza al tenis, otra a la inversa hace que entre en preocupación. ¿Qué le pasa a Novak Djokovic? Mientras que Federer y Nadal van a la alza, el serbio no consigue los resultados que lo encumbraron a la cima del tenis, en los últimos años.
Luego de conseguir el ‘grand slam’, al coronarse en Roland Garros 2016, Djokovic pareció perder motivación. Su nivel vino en declive y falló en los Juegos Olímpicos, así como en el Abierto de los Estados Unidos y en el Masters de Londres, al fin de año.
Problemas personales lo aislaron y al final de año, decidió acabar la relación con su entrenador, Boris Becker. El alemán fue clave para cambiar la mentalidad de ‘Nole’, quien consiguió el sueño de coronarse en todos los torneos grandes, al igual que Roger y Rafa.
“Sigo igual de motivado que siempre, amo este deporte y seguiré trabajando. La manera en la que jugué en las ultimas 3 o 4 semanas me da confianza. Estoy ilusionado por lo que llegará en estas semanas”, aseguró tras su caída en el Masters 1000 de Madrid.
Djokovic, ad portas de defender Roland Garros, quiere rejuvenecerse y volver a ser aquél que fue capaz de perder solo seis partidos en el año 2011, su mejor temporada profesional. En el año que transcurre acumula cinco caídas, cuando todavía falta más de la mitad de torneos por disputar.
“No he ganado muchos grandes partidos este año, pero sé de qué soy capaz, creo en mí. Sé que hace falta para ganar un gran torneo y estoy seguro de que, si sigo trabajando duro, los resultados serán una consecuencia”, insistió.
Esta semana, Novak Djokovic compite en el Masters 1000 de Roma, certamen que ganó en cuatro ocasiones. Dentro de dos semanas inicia Roland Garros y la incognita es saber si el serbio volverá a su mejor nivel o no, del cual hoy está muy lejos.