¡Qué difícil es hacerle un gol a la Juventus! El equipo italiano únicamente concedió dos goles en lo que va de esta edición de la Champions y ninguno en las fases de ida y vuelta, a donde ha secado a todos sus rivales.
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Su primera víctima fue el Porto; luego, el Barcelona con Messi, Neymar y Suárez no logró hacerle cosquillas. Ahora, el súpergoleador Mónaco tenía el desafío más grande de la temporada: convertirle a la férrea defensa de Turín.
Para ser más sólidos atrás todavía, el DT italiano dejó a Juan Guillermo Cuadrado en el banco de suplentes, adelantó a Dani Alves como volante y puso de lateral derecho a un habitual defensor central, Andrea Barzagli. Falcao, Mbappé y compañía tenían una misión más que difícil.
El partido comenzó y Juventus no perdió las insignias de su historia por cederle el protagonismo al Mónaco. La pelota era local, pero el peligro lo ponían los contragolpes visitantes. Higuaín tuvo la primera y falló; tuvo la segunda y otra vez erró; pero, la tercera fue la vencida.
A toda velocidad, los de Turín encontraron mal parado a los monegascos y con un taco exquisito de Dani Alves, el ‘Pipa’ metió el 1-0. La superioridad bianconera en el estadio Louis II se traducía en el marcador.
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Mónaco insistía. Falcao era un derroche de actitud, de meter ganas, de testosterona. Mbappé, en dudas hasta el final del partido, también corría como si no le doliera nada. La convicción monegasca nunca estuvo puesta en duda, pero la Juventus era infrancable.
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Cuando alguno de los defensores fallaba, el encargado de frustrar los planes del Mónaco era Gigi Buffon. El longevo guardameta salvó ante una llegada de Falcao y luego ante un tibio remate de Bernardo Silva, nada que lo inquietara en demasía.
En el segundo tiempo se vieron los mejores minutos monegascos. Los primeros diez fueron todos del local, que por momentos superó a la Juventus, con Bernardo Silva y Bakayoko como los arietes de lo que parecía un cercano empate. Falcao tuvo la más clara de los locales en sus pies, pero Buffon lo atoró. Todo fue un espejismo.
Al minuto 59, Gonzalo Higuaín terminó por derrumbar las ilusiones del Principado. Nuevamente, el argentino se combinó con Dani Alves, quien en esta ocasión mandó un centro preciso al segundo palo y con pierna izquierda volvió a superar a Danijel Subasic. Mónaco bajó los brazos.
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El ímpetu no fue el mismo y la impotencia consumió a Falcao y compañía. Leonardo Jardim, desesperado, puso tres delanteros en ataque buscando al menos el descuento.
Pero Juventus es un equipo tan compacto, que salió del Principado con el máximo botín y de paso se calzó la corona de candidato, esa con la que puede quedarse en Cardiff, porque todo hace prever que la serie está liquidada. Falcao no pudo con la jaula del ‘Tigre’.
