Un partido esperado hace muchos años. América y Nacional se vieron las caras luego de cinco años, ante una marea roja que colmó el estadio Pascual Guerrero con una sola consigna: amargar a los verdolagas. El equipo rojo no quiso mostrarse inferior a su rival, al contrario, salió a plantear un partido de igual a igual, fiel a su grandeza.
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Los primeros minutos mostraron la ansiedad escarlata por superar a un equipo que dominó el fútbol colombiano a su antojo, mientras los diablos sufrieron en la B. Por eso, en el mano a mano, el equipo de Hernán Torres intentó poner condiciones desde el vamos. Y así lo hizo, aunque no la pudo meter.
Nacional, por su parte, resintió una vez más la ausencia de Reinaldo Rueda. Desde que el DT campeón de América se tomó licencia, el conjunto paisa se desdibujó y volvió a ser ‘terrenal’. Este juego no fue la excepción, el fútbol en los verdolagas volvió a ausentarse.
Eso sí, hay algo que no pierden los dirigidos en este 2017 por Bernardo Redín: solidez defensiva. Aunque América era ligeramente superior, Franco Armani daba tranquilidad a la zaga visitante, que no sufrió en demasía durante el primer tiempo. Arriba, Nacional inquietaba cuando Dayro Moreno aparecía, aunque esto se dio muy pocas veces.
Con las 38.000 personas que colmaron el Pascual Guerrero aburridas, culminó el primer tiempo. El marco era demasiado imponente, para un partido que quedaba a deber. Las ganas escarlatas no podían contra la desidia verdolaga. El segundo tiempo comenzó en la misma tónica. América manejaba el balón, pero no lograba agredir; Nacional aguantaba y no arriesgaba de más.
La jugada más interesante llegó con un tiro libre de Dayro Moreno. Esquivo en su función de atacante, el de Chicoral (Tolima) tuvo la suya en un remate de tiro libre. El balón buscaba red, pero Carlos Bejarano evitó el grito visitante. Después de la atajada, Dayro abandonó la cancha.
En los últimos minutos se generó el desorden y con él, algunas emociones. América tuvo el gol en los pies de Ángulo, pero se enredó. Luego, Nacional forzó a Bejarano a aparecer, una vez más. El portero local terminó siendo la figura del encuentro, sobre todo por la atajada a Bejarano en tiempo de descuento.
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Quien sí asumió protagonismo fue el silbante Andrés Rojas, quien expulsó a Efraín Cortés, sin merecerlo.
Si fuera boxeo, América ganaría por puntos la contienda. Pero esto es fútbol y ambos equipos quedaron a deber. Un reencuentro de titanes que deberá esperar hasta una nueva oportunidad para determinar un ganador, porque en esta ocasión fue mucho ruido y pocas nueces.
