Santa Fe se acostumbró a ganar. Luego de una sequía de más de 35 años, la nueva era cardenal está marcada por los títulos locales e internacionales. En esta ocasión, el desafío era levantar la novena estrella. De nuevo, el timonel era Gustavo Costas, aquel que guió al ‘Expreso rojo’ a la octava conquista. Esta vez, llegó como bombero y de inmediato convenció a sus dirigidos de la idea que los depositó en la final. (Santa Fe campeón del Fútbol Profesional Colombiano, alcanza así su novena estrella)
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En frente, Deportes Tolima. El eterno candidato que solo levantó un trofeo, allá por el 2003. En un estadio El Campín pintado de rojo, el equipo de Ibagué fue por la proeza y de paso darle un título a Alberto Gamero, entrenador que abandona al conjunto ‘Pijao’ luego de disputar la final para dirigir al Junior de Barranquilla.
El partido empezó pasadas las 6:00 de la tarde. El juego de ida quedó 0-0 en el estadio Manuel Murillo Toro, evidenciando la paridad entre ambos, que a pesar del favoritismo cardenal no cambió en el duelo en Bogotá. En los primeros minutos, Santa Fe llevó el peso del partido, distinto a lo visto en el primer episodio. En esta ocasión, de local, el ‘León’ mostró las garras.
Sin muchas ideas, los locales se arrimaban al arco de Joel Silva, guardameta del Tolima. La supremacía era santafesina, aunque sin conseguir precisión en los metros finales. Hasta que, por arriba, una de las armas predilectas del equipo del argentino Costas, se rompió el cero en la serie. Héctor Urrego se elevó en el minuto 11 y cuan alto como es, de cabeza venció al golero paraguayo.
Santa Fe era justo ganador del partido, pero luego de ese tanto del zaguero decidió replegarse y darle el balón a su rival, que comenzó a manejar la pelota pero sin ser punzante. Los cardenales no sufrieron en la primera mitad en demasía y cuando el ‘Pijao’ superó el frontón capitalino, el arquero Leandro Castellanos respondió conforme a una final. Así se marcharon a los vestuarios.
Para la segunda mitad, el trámite se modificó por completo. La pelota continuó siendo del equipo ‘Vinotinto y oro’, pero esta vez si consiguió los espacios. La defensa de cinco empleada por Gustavo Costas comenzó a conceder resquicios, como si le pesara la responsabilidad de alcanzar la novena estrella. Las oportunidades se le presentaron al Tolima.
Sin embargo, el que no sintió la presión en esos minutos iniciales del segundo tiempo fue el golero Castellanos. El exjugador del Cúcuta Deportivo e Independiente Medellín fue uno de los hombres de la noche. Sus atajadas evitaron en tres ocasiones el empate de los dirigidos por Alberto Gamero, que a la altura del minuto 65 ya merecía la igualdad.
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El gol ‘Pijao’ coqueteaba con la portería del equipo santafecino y alguien, además de Castellanos, debía evitar la debacle. Ese héroe era Omar Pérez, al menos para la hinchada que lo pedía a gritos. Humberto Osorio Botello fue el encargado de cederle el lugar al ídolo de la tribuna, quien podría colgar los guayos luego de este domingo. (Santa Fe campeón del Fútbol Profesional Colombiano, es el cuarto título de Gustavo Costas con el equipo cardenal)
Con el argentino en cancha, el control volvió a ser de Santa Fe. El juego cansino del número 10 tranquilizó el vértigo que al partido le impregnaba el Tolima. Los minutos corrían a favor de una afición acostumbrada a ganar en los nuevos tiempos. A partir del minuto 84, el estadio comenzó a vibrar esperando el pitazo final del colegiado Wilmar Roldán. Tranquilidad, faltaba poco y mucho a la vez.
Finalmente, Wilmar Roldán se llevó el silbato a la boca y con su brazo derecho señaló el círculo central y proclamó a Independiente Santa Fe campeón del fútbol profesional colombiano, por novena vez en su historia. Un equipo, que de los años dolorosos aprendió y hoy disfruta de los gozosos. Felicitaciones.
