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Cristiano Ronaldo no pudo comandar el título de Portugal desde la cancha tras salir lesionado en el minuto 25. Luego de recibir una patada en la rodilla por parte de Dimitri Payet cuando recién se jugaban 6 minutos, el luso hizo todos los esfuerzos para seguir jugando, pero no aguantó más y tuvo que salir para darle su lugar a Ricardo Quaresma.
Sin la posibilidad de guiar a su selección al título en la final ante Francia, el astro del Real Madrid vivió intensamente el partido desde la banca y pareció un técnico más, dando instrucciones, gritando y caminando de un lado para otro. CR7 se transformó en el líder externo que tuvieron los lusos para vencer a los galos en su casa por 1 a 0 y así quedarse con el primer título de su historia.
Pero Cristiano Ronaldo no sólo lideró a su equipo en cancha en la Eurocopa o desde fuera para la final, sino que también fue el encargado de llevar adelante los festejos en Lisboa, donde los seleccionados portugueses fueron recibidos como verdaderos héroes.
La selección de Portugal aterrizó a las 12:39 (hora local) en el aeropuerto Humberto Delgado, en la capital portuguesa, y desde ese entonces se impregnaron con los festejos. Los hinchas ya estaban en el terminal aéreo esperándolos. Luego, los jugadores se subieron a un bus descapotable para recorrer las calles de la ciudad, donde los fanáticos se fueron multiplicando para recibir a los héroes, y tuvieron la canción «»La nostalgia que tenía de mi alegre casita», del grupo de rock local Xutos & Pontapés, como himno.
Los hinchas mostraron su entusiasmo en las calles y acompañaron el recorrido del bus descapotable agitando sus banderas y camisetas, mientras los jugadores se pasaban el trofeo de la Eurocopa de mano en mano para exhibirlo orgullosos a sus fanáticos.
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Así fue transcurriendo el recorrido de los héroes portugueses, hasta que llegaron al centro de la capital portuguesa, donde los esperaba el presidente Marcelo Rebelo de Sousa para condecorarlos con el grado Comendador de la Orden de Mérito.
Ya en la parte final del recorrido, los jugadores se trasladaron hasta la Alameda D Afonso Henriques y se subieron a un escenario para darle un discurso a sus hinchas y exhibir el torneo. Como era de esperar, Cristiano Ronaldo lideró los festejos y le dedicó el histórico título a sus fanáticos, terminando su discurso con su tradicional grito de guerra.
«Esta victoria y trofeo es de todos ustedes. Todos los que están aquí en Portugal, de todos los inmigrantes. Estos jugadores, el entrenador y el staff se lo merecen. Entramos a la historia de Portugal y somos los primeros en ganar una competición para nuestro país. Pero ustedes lo merecen por respetarnos de principio a fin y creer en nosotros», dijo Cristiano Ronaldo mientras era ovacionado por los miles de hinchas que repletaron las calles de Lisboa. Una merecida celebración de los heroes de la Eurocopa
