0 of 6
PUBLICIDAD
Ezequiel Lavezzi asustó a todos en la semifinal de la Copa América Centenario entre Argentina y Estados Unidos. El delantero intentó controlar un despeje de Javier Mascherano y no le quitó la vista a la pelota, pero no se dio cuenta que trás él estaba el aviso publicitario y terminó cayendo al otro lado de la cancha.
El «Pocho» desapareció de la escena y la cara de sus compañeros y rivales decía todo: el susto era generalizado. Mientras Mascherano sólo atinaba a tomarse la cabeza, el resto de los seleccionados trasandinos iba a ver a su delantero para saber de su estado. Los gestos de dolor eran evidentes y los exámenes posteriores confirmarían el duro diagnóstico: fractura del radio del brazo izquierdo.
Lavezzi será operado este viernes de la lesión sufrida y se perderá la final de la Copa América Centenario que jugarán ante Chile. Y hay uno de sus compañeros que se siente como el gran culpable: Javier Mascherano. Es que fue un pase del mediocampista el que llevó al delantero a buscar el balón hasta esa zona.
«Se sentía un poco culpable porque lo había sucedido era culpa suya. Pero no estaba buscando un compañero, sino más bien haciendo un despeje», reveló Sergio Romero, portero de Argentina, a Radio La Red sobre la culpa que sintió Javier Mascherano tras la lesión de su compañero.
Además, el portero detalló el sentimiento que tuvo cuando vio desde el arco la caída de Ezequiel Lavezzi, pensando que le había pasado lo peor por la reacción que tuvieron sus compañeros y los rivales estadounidenses.
«Cuando vi que Mascherano se agarraba la cabeza, pensé algo todavía peor. Pensé que iba a estar inconsciente o que iba a tener sangre en la cara. Cuando vi que era el brazo, me tranquilicé un poco», concluyó Chiquito sobre el momento de tensión que vivieron
