Por primera vez en la historia de WWE, Vince McMahon dejó de poseer la mayoría de las acciones de la empresa.
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Aunque más de un fanático ha puesto sobre la mesa una utópica idea de que los accionistas se deberían de juntar para quitar el control al «Jefe», hay un candado que imposibilita ese proyecto, pues un solo empresario necesita tener más del 50% para tener la decisión final.
El tema de las acciones es complicado. Vince contaba con 50.7% de la firma, pero vendió dos millones 191 mil 894 acciones por aproximadamente 39 millones de dólares.
Después de este movimiento, el padre de Stephanie y Shane se quedó con el 48.09% de la empresa, menos del 50%, un hecho que nunca había ocurrido desde que la WWE se convirtió en una compañía pública en 1999.
En un comunicado la WWE indicó que la venta se realizó para tener liquidez personal y diversificar los bienes, pero que el objetivo nunca ha sido vender la compañía estadounidense.
Se deben destacar algunos puntos en estos movimientos. El primero, que las acciones cedidas por Vince McMahon solo representan el 6% de las boletas de Clase A, con lo que aún conserva el 86% del poder de voto en la compañía.
Además, es cierto que ahora Vince tiene el 48.09% de las acciones, pero aún sigue siendo el accionista mayoritario, además de que cuenta con el 2.01% de acciones compartidas con su esposa Linda.
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Por si fuera poco, sus hijos, Shane y Stephanie también son dueños de parte de la empresa de entretenimiento deportivo. Los actuales directivos de la marca Raw suman 4.47% en acciones.
Además, Paul Lavesque, conocido como Triple H dentro de los cuadriláteros también, esposo de Stephanie, posee una ligera parte de la empresa. El «Asesino cerebral» es dueño del 0.07% de las acciones de la WWE.
Así lucía el círculo de acciones antes de los movimientos de Vince McMahon:
Y así están repartidas las acciones en la actualidad: