¿Qué significado patriótico tuvo esa medalla de oro en el Mundial?
Fue muy chévere porque en Barcelona y en toda España vive mucho colombiano y llegó mucha gente con banderas, en Twitter la gente me estaba diciendo que me iban a acompañar. Obviamente que la emoción se pone más grande cuando la competencia está bien. Yo estaba enfocado en competir y ellos en apoyarme y eso fue muy bonito. En el podio, cuando entregan la medalla, sonó el himno nacional, me puse a llorar, mi entrenador también lloró y la gente tomándome fotos fue muy emocionante.
¿Después de todo lo que ha hecho cree que es un ídolo?
No, para nada, aquí hay otras cosas que son un poco más importantes, pero yo soy un deportista, sé cuál es mi lugar y tengo que seguir trabajando y enfocado en lo que sé hacer. Puedo dar un ejemplo de disciplina, dedicación y muchas cosas más. Uno tiene que saber cuál es su lugar y tengo claro en dónde está el mío.
¿En alguno de sus saltos ha sentido miedo y siente ganas de dar reversa?
El miedo me acompaña en casi todos los saltos porque es algo que no es fácil. Yo entiendo los riesgos, entiendo el peligro, entiendo lo fuerte que es el impacto y la inmersión al agua. Pero todo eso al final es importante y me gusta tener esa sensación de miedo, porque si estás muy confiado puedes olvidar movimientos importantes del salto y ahí puedes tener lesiones graves que hay que minimizarlas.
¿Ha pensado cómo sería su vida después del retiro?, ¿se visualiza como entrenador de nuevas promesas?
Me imagino como muchas cosas, creo que tengo muchas opciones, ahora mismo estoy involucrado en cinco proyectos del deporte pero no como entrenador sino en la parte logística, en lo administrativo con la federación internacional. Conozco mucho de este deporte y en muchas cosas me preguntan, por lo que sé que tengo chance, en lo que sea pero relacionado directamente con el deporte.
Su sueño es una medalla olímpica, ¿cree que tiene alguna posibilidad de que por lo menos lo incluyan en el ciclo de las justas?
En 2016 si funcionara yo lo veo posible, pero ya en 2020 yo tendría 45 años y sería un poco difícil. La idea sería por lo menos estar ahí presente, posiblemente dirigiendo a las nuevas generaciones de salto de altura. Yo en este tema conozco el reglamento y el funcionamiento. Por lo que es seguro que vamos a estar allá.
¿Dónde le falta saltar?
Hay proyectos aquí en Colombia y la idea es hacer unos saltos en Cartagena y también en el Amazonas. Son lugares muy bellos que vale la pena visitar. Por ahora voy a Cali a disfrutar y relajarme.
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