Millonarios llegaba de nuevo a una semifinal de Copa Sudamericana y asumió el compromiso desde un principio de volver a hacer historia en el continente. Los azules ya han sido protagonistas de la presente edición del torneo y en territorio argentino no querían bajar la guardia.
Los dirigidos por Hernán Torres, como lo han hecho en la mayoría de juegos, salieron a buscar el gol rápidamente y se encontraron con un Tigre que no oponía resistencia.
Mayer Candelo regresaba a la formación titular después de una lesión, pero esta vez el protagonismo se lo quitó Harrison Otálvaro, que tomó los hilos del partido y condujo a Millonarios al área rival.
Varias veces tuvieron el gol los azules, pero sus delanteros en el primer tiempo no respondieron con la tarea; era solo cuestión de tiempo la llegada del gol.
Los locales tuvieron también sus opciones, pero Luis Delgado respondía con firmeza a los ataques, que en su mayoría llegaban a través del pelotazo al área.
Para el segundo tiempo el ritmo del partido se fue en caída libre y las opciones fueron nulas en ambos arcos.
Millonarios no encontraba la forma de llegar al gol y hubo desconexión entre los volantes y los delanteros, la cual se vio reflejada en el nivel dentro del campo de juego.
Por su parte, Tigre parecía que no tenía la intención de ganar y se conformaba con el empate sin goles.
Con la salida de Wilberto Cosme, el técnico buscó más manejo en el medio campo y prefirió tener el balón que hacerle daño al rival. Faltando cinco minutos para el final sacó a Wason Rentería y dejó en evidencia la intención de llevarse un empate de territorio argentino.
Al final terminó siendo un buen resultado para Millonarios, que ahora ante su público espera meterse a una final de un torneo internacional. La obligación será en casa, marcar la diferencia, pero sobre todo mostrar más intenciones de ganar y de imponerse ante un débil Tigre.
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