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Las «frases de cajón» no siempre sirven como consuelos vanos a una situación en particular. Tienen mucho de verdad y en algunos casos, llegan a ser increíbles realidades. Y esto pasó con Jeni Stepien el día de su boda: al ser su padre asesinado, otra persona recibió el corazón que dio para donación. Y esta fue la que la acompañó en el día más importante de su vida: su matrimonio.
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Todo comenzó cuando Michael Stepien caminaba, hace diez años, de su trabajo a su casa. Era chef principal de un restaurante. Fue asaltado por un joven de 16 años que le disparó en la cabeza. Este fue acusado de homicidio en segundo grado y paga una condena de 40 años en prisión.
Su hija, Jeni, decidió donar sus órganos al «Centro de Recuperación de Órganos y Educación». Esta permite contactarse con las personas que reciben los transplantes. El corazón del señor Stepien, de esta manera, fue a parar al pecho de Arthur Thomas, un hombre con cuatro hijos que vive en Lawrenceville, Nueva Jersey.
El señor Thomas, de 72 años, sufría de taquicardia ventricular. Le diagnosticaron esto 16 años antes de recibir su transplante. Por supuesto, le agradeció a la familia de la persona de quien recibió otra oportunidad de vivir.
Y así, dos personas sin nada en común más que un corazón, comenzaron a llamarse y a escribirse. La señora Stepien comenzó a contactarse con el señor Thomas y también comenzaron a enviarse tarjetas en ocasiones especiales. Pero nunca esperaron conocerse en persona hasta que Jeni se comprometió el pasado octubre con el ingeniero Paul Maenner.
«Uno de mis primeros pensamientos esa semana fue ¿quién me llevará al altar?», dijo ella. «Y pensé en lo increíble que sería tener una reminiscencia física de mi padre aquí». Por lo tanto, la familia le escribió al señor Thomas, quien accedió a la petición de Jeni luego de que su propia hija aprobara el hecho.
«Ella dijo que sería una gran idea», dijo el hombre, que también fue aconsejado por su hija de que practicara. El consejero retirado, simplemente se conmovió cuando vio a Jeni. Solo le dijo: «estaré junto a tí».
La boda se realizó el viernes. Allá se casaron los padres de Jeni. El señor Thomas y la novia se conocieron un día antes. Él le sugirió que apretara su muñeca, para sentir su pulso. De esta manera, ella se sentiría más cerca a su padre. Y así le tomaron su fotografía. Los dos danzaron juntos en la recepción. Y planean seguir en contacto, reportó «The New York Times»