Según explica Stian Ytterdahl, de 18 años, en realidad no quería hacerse este tatuaje. Fueron sus amigos quienes lo obligaron a marcar su cuerpo porque lo querían castigar por tener mucha “actividad” con las chicas y le dieron a elegir: debía tatuarse una Barbie en el trasero o el recibo en el brazo. Ytterdal eligió la segunda opción y el resto es historia: el adolescente se hizo famoso en Internet.
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La tienda de tatuajes, Sabelink Tattoo asegura que éste es el trabajo más extraño que han realizado. Incluso, aprovecharon para preguntar al joven si no quería grabar en su brazo el recibo de su nuevo tatuaje. Seguramente no creerán lo que ocurrió después (obviamente lo van a creer): Stian Ytterdal aceptó. Tiene una cita el próximo lunes para colocar una nueva marca sobre su cuerpo.
En entrevista con Romereskes Blad, el joven aseguró: “Creo que esto es divertido. Tal vez no me parezca tan divertido cuando tenga 50 o 60 años, pero es mi decisión”.
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En la galería: Tatuajes tontos.
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