Cultura

“El ‘sabor’ colombiano de nuestros artistas es bien particular”: Juan Ballesteros, empresario y manager

Conversamos con una de las figuras más destacadas del manejo de artistas en la industria colombiana del entretenimiento

Cortesía

Con más de 15 años de experiencia, el empresario y fundador de Business Manager JB, Juan Ballesteros, se ha especializado en el desarrollo de proyectos musicales desde cero. Actualmente, tiene bajo su ala grandes nombres como Greeicy y Mike Bahía, entre otros.

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Tal como nos contó, es productor audiovisual de profesión, y fue así como empezó a adentrarse en el mundo de los eventos, la música, los managers y los artistas. En un proyecto llamado Colombian salsa llegó a ser manager, y con este aprendizaje se independizó después para tener su propia compañía. «La cantidad de cosas que se vive en el desarrollo de un artista es lo que lo hace mágico», cuenta Ballesteros.

En su experiencia, ¿cuál diría que es ese factor especial que lleva a los artistas colombianos a brillar dentro de la música latina?

Los colombianos nos caracterizamos por el sabor. Más allá del género que se toque, creo que el sabor colombiano es bien particular. Siento que Colombia está brillando por ese sabor, que está impregnado en la letra, las producciones… hay grandes escritores, productores e intérpretes de la nueva generación. Hay mucha música en el urbano que se ha categorizado como El reguetón colombiano, es un poco más dulce en palabras comparado con el boricua. Una de esas cosas que se logran desde el sabor es eso, que cada producto tenga el sello colombiano.

Uno de los grandes retos de cada artista nuevo es aprender a diferenciarse, ¿cuál es el consejo que siempre le da a sus artistas para que eviten las fórmulas o ser muy referenciales?

Uno no puede desconocer que cada producto y artista viene de la inspiración de otro artista, por lo general. Entonces, en la conversación con talentos y gente que asesoro, siempre busco la particularidad de cada quien para no parecerse a nadie. Todos los días salen artistas hasta debajo de las piedras. Son cantidades alarmantes, todos hemos querido ser artistas en algún momento de la vida. Creo que eso tiene que ver con algo que se nace. El ángel de los artistas no se hace, se nace. Más allá de que el talento se pueda pulir. Hay artistas que se hacen desde el trabajo, pero les cuesta más que a aquel artista que uno busca que tiene un ángel, que no se parece a ninguno. Antes de salir, deben intentar ser nuevos de verdad.

Una vez el artista logra definirse, debe aprender una serie de herramientas de promoción y mercadeo de su trabajo, ¿cómo es esa labor tras bastidores?

Nosotros buscamos tener mucho cuidado porque ellos son personas, más allá de que comercialmente sean un producto, es una persona con sueños, sentimientos y aspiraciones más allá del negocio. Se hace una radiografía con stylist, con marketing y pensamos hacia dónde proyectar al artista. De acuerdo a ello comenzamos un trabajo con el artista de contarle qué podría pasar si se cambian ciertas cosas de lo que actualmente hace. Son temas de mucho tacto porque son personales, pero son parte del proceso. A veces la gente cree que la música es solo grabar, pero si se quiere un buen «producto» hay que darle forma desde todo tipo de vista.

Hemos visto cómo las canciones a veces se viralizan en redes sociales, ¿es algo de lo que se hable en esas reuniones con artistas? ¿Es una meta?

¡Claro! La mitad de mis anotaciones está llena de nombres de influencers, porque definitivamente hay que incluirlos en la nueva estrategia de marketing. No soy partidario de lo que mucha gente cree de que la publicidad tradicional se acabó (radio, televisión, periódicos). Para mí, lo que ocurre en digital es el complemento, hay que sumarlo. Es la nueva generación que está pegando la música, pero no se puede descuidar lo tradicional.

¿Qué consejo le da a las nuevas generaciones de artistas?

El consejo es trabajar, y trabajar con transparencia. El momento llega. A veces me escriben buscando representación, y yo creo que eso no se busca así, no es como buscar un trabajo. Eso es un clic, como un enamoramiento. Con tu magia debes atraer eso. Al inicio deben trabajar muy duro, enfocados en encontrar la magia interior, para saber por qué alguien, un representante, podría estar interesado en firmarte sabiendo que esa persona puede ver otros 100 artistas por día.

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