¿Por qué un grupo de empresas sin experiencia en el sector de internet, con miembros salpicados de corrupción, y presentando pólizas falsas, le gana una licitación para conectar 1,500 escuelas a Hughes Net, un líder del mercado con 59 años de experiencia, 4000 empleados y trayectoria en el sector telecomunicaciones?
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La ministra aseguró en entrevista a la W Radio que la razón era porque “aquí no gana el que tenga mayor experiencia, gana el que daba mayor número de centros, mayor velocidad y mayor tiempo”. ¿Ósea que cualquier pintado en la pared ofrece 15 puntos digitales más y se gana el contrato?. No nos crea tan inocentes.
Una directora de compras de una empresa cualquiera se basaría en una combinación de múltiples ítems para cerciorarse de la integridad del proveedor. Evaluaría, por ejemplo, la calidad, experiencia, garantías, entre otros. Utilizar solo un item de selección para tomar un decisión tan importante y de semejante impacto social parece sacada de un cuento de hadas.
Adicionalmente, haber entregado un anticipo tan rápido sin haber confirmado el destino de los recursos, y precisamente elegir a contratistas de Barranquilla, donde tiene gran influencia su padrino Alex Char, no parecen una serie de coincidencias cualquiera, sino graves señales de irregularidades.
Hoy este error nos cuesta a los colombianos 70,000 millones de pesos. La empresa que recibió el dinero está registrada en Delaware, un paraíso fiscal, lo que dificulta hacer seguimiento a los recursos. Además tiene solo 6 empleados y sus únicas exportaciones han sido a Colombia, en el 2020, trayendo cámaras de China. Básicamente una empresa de papel. Mientras tanto, la ministra como si nada. Así como ignoró las advertencias que le hicieron y firmó el contrato, hoy ignora los reclamos de la ciudadanía y les pasa por encima. Es como si no tuviera vergüenza.
Ojalá que las razones de la ministra para escoger a Centros Poblados se conviertan en nuestras razones para cambiar esta clase dirigente en las próximas elecciones del 2022. No podemos aceptar que gente desvergonzada y sin principios sigan utilizando nuestros recursos a su antojo.
Columna por @marcoorozco1