La nueva apuesta de Atlético Nacional

“El último gran título de Nacional fue la obtención de la liga colombiana a mediados de 2017, que indicó la despedida del ciclo genial de Reinaldo Rueda. Luego tuvo una alegría efímera en 2018 bajo el mando, en modo interinato, de Hernán Darío Herrera, al ganar una Copa Colombia. ¿El resto? Más de 10 fracasos en Libertadores, Sudamericana, ligas y copas locales”: Pote Ríos

Alejandro Restrepo es el nuevo técnico de Nacional

“La grandeza es el camino, no la meta”, decía hace poco el gran Marcelo Gallardo, DT de River Plate, en una rueda de prensa. Esa afirmación, esa frase contundente y llena de sabiduría, me ha taladrado el cerebro pensando en la actual situación de Atlético Nacional. Más aún ahora, cuando el club verde de Antioquia inicia un nuevo proyecto, una nueva apuesta en aras de recuperar una grandeza que se le embolató desde hace cuatro años, en los que el cuadro verdolaga ha ido de tumbo en tumbo.

El último gran título de Nacional fue la obtención de la liga colombiana a mediados de 2017, que indicó la despedida del ciclo genial de Reinaldo Rueda. Luego tuvo una alegría efímera en 2018 bajo el mando, en modo interinato, de Hernán Darío Herrera, al ganar una Copa Colombia. ¿El resto? Más de 10 fracasos en Libertadores, Sudamericana, ligas y copas locales.

Luego de la partida de Rueda son varios los proyectos que han pasado por Nacional. Todos de diferentes sabores, caras, colores, nacionalidades, perfiles y vertientes filosóficas. El equipo, en pro de encontrar su ADN, ha ensayado múltiples ADN y nada de nada: la cosa sigue perdida y la hinchada no tiene un centímetro más de paciencia.

Y es que repasemos, en estos cuatro años llegaron al “tubo de ensayo” verdolaga, ubicado en el flamante centro de alto rendimiento de Guarne, estos actores:

– Juan Manuel Lillo, español, considerado el entrenador de entrenadores y vademécum de apellidos ilustres como Guardiola. Nada pasó, fracasó.

– Lo reemplazó el director técnico boom del momento en el continente: el argentino Jorge Almirón, que venía de sorprender con su Lanús. Es el que ha estado más cerca de recomponer la gloria verde, pero Tolima y Tucumán se lo impidieron. Fracasó y se fue.

– Luego, como lo dijimos, llegó el mítico ‘Arriero’ Herrera y logró la vuelta olímpica (que por cierto el equipo no dio: mal síntoma de no humildad) y le trajeron un reemplazo.

– Apareció Paulo Autuori, con una hoja de vida monumental que incluía títulos de Copa Libertadores, título de Mundial de Clubes y más títulos regados en su experiencia. Nada, tampoco le cuajó y dijo adiós.

– La veleta del ensayo llevó a las directivas hacia el regreso de un hombre exitoso de la casa. Con seis títulos con Nacional, Juan Carlos Osorio de nuevo se enfundó el buzo del escudo de las tres torres, pero este Osorio versión 2.0 era muy distinto al que dio gloria años atrás, y nada… fracasó y también y se fue.

– El tumbo final lo firmó la directiva verdolaga con Alexandre Guimarães. Traían al último campeón de la liga. Ha sido, en estos cuatro años de “terror” para Nacional, el fracaso más estruendoso con tres eliminaciones en cuatro meses. Chao también con él.

En medio de todo eso, un nombre flotó en dos ocasiones para tomar el timón verdolaga mientras definían un nuevo entrenador: Alejandro Restrepo. Un joven prospecto antioqueño que a nivel del fútbol aficionado y de la selección Antioquia lo ganó todo, y que llegó hace poco más de tres años a Nacional para dirigir algunas de las categorías de las divisiones inferiores del club.

Pues bien, la nueva apuesta de Atlético Nacional se centra en darle la confianza total a Restrepo como nuevo entrenador en propiedad del equipo más laureado de Colombia y arroparlo bien. Junto a él estarán:

– Francisco Nájera como asistente técnico y que hace un curioso enroque, ya que antes era el gerente deportivo, labor en la que no tuvo éxito.

– El preparador físico será Wálter Rivera, quien ha hecho carrera en todas las divisiones del club.

– Buscan fortalecer la parte mental del equipo con la llegada de Andrés Rodríguez y la creación de un departamento de rendimiento mental. Aspecto muy necesario y acertada decisión.

– Sebastián Lopera, quien apoyaba a Nájera en la labor de contratación de jugadores, será ahora el encargado de la parte de scouting, en la que ayudará a la confección de la plantilla profesional.

Adicional a todo lo anterior llega una leyenda: Pacho Maturana como director de desarrollo y divisiones inferiores. Y a René Higuita, que ya cumplía labores de apoyo deportivo y de embajador del club, se le asignó una labor más importante de asesoría a este equipo de trabajo. El aspecto que compete la llegada de Maturana es de resaltar y su inclusión, que se debió dar desde hace mucho tiempo, indica la intención de recomponer una filosofía verdolaga perdida y, repito, guiar, cobijar y estar cerca de Restrepo.

Todos ellos conforman el innovador Comité del Fútbol que será el nuevo ente encargado de velar, regir y manejar los destinos de la filosofía futbolística del equipo verdolaga.

Esta es la nueva apuesta de Nacional con la que el nuevo presidente, Emilio Gutiérrez, busca reencontrar el camino de los títulos del club y su camino de grandeza. El margen de maniobra es corto y la paciencia del hincha no resiste más fracasos. La exigencia pide progreso, mejorar el juego, las ideas y un título de liga. Los objetivos no se pueden apartar de ahí. Hay que dejarlos trabajar, que las cosas fluyan y que ojalá esto salga bien. Atlético Nacional no puede seguir de fracaso en fracaso, de tumbo en tumbo.

Por: Andrés ‘Pote’ Ríos / @poterios

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