Opinión

Recuerdos de mi primera Copa América (parte 1)

“Es que era un equipazo. Basta con repasar algunos nombres: Jairo Arboleda, Willington Ortiz, Pedro Zape, Alfonso Cañón, Diego Umaña, Víctor Campaz, Ernesto Díaz…”: Eduardo Arias

La primera Copa América que viví en vivo y en directo, la que por primera vez me hizo sentir orgulloso de una selección Colombia de mayores, fue la de 1975. Y ninguna otra de las que han participado en este torneo ha logrado despertar en mí una sensación de euforia comparable.

Tal vez ayude la nostalgia del blanco y negro de las radiofotos de los diarios y de una televisión a años luz de la alta definición y de las 16 cámaras diferentes que ayudan a analizar las jugadas más destacadas y las más polémicas. Tal vez tenga que ver con ese patriotismo adolescente que se va diluyendo a medida que uno crece y conoce cómo es por dentro el circo del fútbol.

Yo estaba acostumbrado a las derrotas, las palizas, las humillaciones y las frustraciones en las eliminatorias a los mundiales de futbol. (El mundial de 1962 no me tocó, apenas tenía tres años de edad). Hasta entonces las únicas alegrías -efímeras, por cierto- me las habían dado la selección que ganó medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Cali de 1971 y la que clasificó a los olímpicos de Munich de 1972. Y pare de contar.

Así que en 1975, cuando resucitó la Copa América tras ocho años de silencio, fue de verdad emocionante encontrarse con una selección Colombia que no iba a hacer el ridículo. Bueno. Es que era un equipazo. Basta con repasar algunos nombres: Jairo Arboleda, Willington Ortiz, Pedro Zape, Alfonso Cañón, Diego Umaña, Víctor Campaz, Ernesto Díaz… Y, además, su técnico era Efraín “el Caimán” Sánchez, quien no tuvo ningún reparo en aprovechar al máximo el talento de estos jugadores y no los ató a responsabilidades tácticas. Mejor dicho, los dejó jugar a lo que sabían.

En aquellos años (y así fue hasta 1983), la Copa no se realizaba en una sede, como ahora. Los partidos se jugaban de local y de visitante. En la primera fase, que se jugó en julio y agosto, Colombia enfrentó a Ecuador y Paraguay y ganó los cuatros partidos -local y visitante- ante Paraguay y Ecuador. El que más recuerdo es el triunfo en Asunción. Cuando estaba por terminar el primer tiempo, Ernesto Díaz puso en ventaja a Colombia. Los jugadores paraguayos comenzaron a golpear a los colombianos. Entró la policía, pero no para calmar los ánimos sino para agarrar a bolillo a los jugadores y al cuerpo técnico de Colombia. El árbitro determinó parar el juego y Colombia se quedó con los dos puntos. Desde aquel 30 de julio de 1975 me ha costado mucho trabajo hacerle fuerza a Paraguay.

(Esta historia continuará mañana)

Eduardo Arias / @ariasvilla

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