Cuántas veces no hemos oído historias de personas rescatadas gracias a la ayuda de un perro que encontró perdidas en un bosque o atrapadas en los escombros de una edificación que colapsó. Estos héroes anónimos son el fruto del entrenamiento, no sólo del animal sino también de su dueño. Pero para que un perro y su guía puedan realizar una tarea tan compleja son necesarios muchos meses de entrenamiento, dedicación y, sobre todo, una vocación de serviciofuera de lo normal. La Cruz Roja Colombiana Seccional Bogotá Cundinamarca tiene un centro de entrenamiento que, por esas cosas del destino, se transformó en un lugar donde los habitantes de la ciudad también pueden entrenar a sus perros no para salvar vidas sino para que aprendan a comportarse debidamente.
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El Centro Canino de la Cruz Roja Seccional Cundinamarca está ubicado en la carrera 60, unos 400 metros al norte de la Calle 63. La dirección exacta (avenida 60 No. 63-81 ) es engañosa, porque se trata de una cuadra kilométrica. Para mayor ilustración, la entrada al centro es diagonal a la Plaza de los Artesanos y a espaldas del parque El Salitre.
En este lugar está la piscina donde la Cruz Roja dicta sus cursos de salvamento acuático y allí, en lo que en principio era un potrero que utilizaba la Cruz Roja la Cruz Roja para practicar rescate en vehículos accidentados, algunos voluntarios con las uñas construyeron una pista para entrenar perros y comenzaron a ofrecerle a la gente cursos de adiestramiento. Lo que comenzó como un servicio voluntario se convirtió en un centro de negocios cuando los voluntarios cayeron en cuenta de que si cobraban algo por su trabajo podían financiar las actividades de búsqueda y rescate. Así nació el Centro Canino tal como se le conoce hoy en día. Allí opera una guarderíaabierta al público, y los fines de semana se ofrece entrenamiento a particulares. Allí no sólo adiestran a los perros sino que también les enseñan a sus dueños las técnicas para que les obedezcan. Estas clases las dictan sábados y domingos en jornadas de una hora.
Sin embargo, los voluntarios, como si se tratarade cazatalentos de posibles estrellas futuras en equipos infantiles y juveniles, están atentos para descubrir perros (y amos) con las aptitudes para convertirse en rescatistas. Varios voluntarios que hoy forman parte del grupo de búsqueda y rescate de la Cruz Roja llegaron al centro con el fin de adiestrar a su mascota y, al ser detectados por los expertos, terminaron convertidos en rescatistas luego de un prolongado y exhaustivo entrenamiento.
A las personas y sus perros que llegan al Centro porque quieren ser rescatistas también las evalúan para ver si cumplen con las condiciones.
Así que si usted tiene un perro no mayor de un año y medio y quiere ponerlo al servicio de una causa humanitaria, anímese. Quién quita que, dentro de algunos meses, se convierta en uno de esos tantos héroes anónimos que a veces salvan vidas en condiciones extremas.