Hay momentos puntuales en los que se supone que por más esfuerzos que se hagan y por buenas que sean las intenciones de los implicados, hay cosas que definitivamente no han sido diseñadas para nosotros, al menos en estos tiempos convulsionados. Hablo en específico tanto de Millonarios como de Santa Fe, que sin importar su empeño parece que se van a quedar por fuera de los ocho si es que la cosa sigue por el rumbo que va.
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Y esas pequeñas cosas que uno detecta que ya no se dan como antes son mínimas, pero absolutamente específicas: Roberto Ovelar, el paraguayo que está en la delantera azul y que juega bien pero poco por cuenta de sus propios problemas físicos, vio cómo un tiro de esquina ante el Bucaramanga le cayó pleno a su pie derecho luego de que Anier Figueroa peinó previamente la bola. En tiempos en los que la baraja del destino estaba a favor del azul, la historia habría terminado con el balón dentro de la red de Aguirre y el 2-2 listo para celebrar. En estos momentos en los que la mano viene contraria, la pelota se va para las nubes a pesar de que la distancia entre Ovelar y la línea de gol hace que parezca imposible desperdiciar semejante chance.
En Santa Fe está ocurriendo lo mismo: la racha de lesiones lo perjudicaron un montón y no importa que a veces sea mucho más que su adversario porque en estos instantes es más sencillo que se le dé un resultado desfavorable. Y claro, suceden esa clase de hechos llamativos porque parece que la suerte se ensañara con su momento propio. Mientras que por una parte Mosquera lanza un disparo que se cuela al ángulo de Solis luego de un tiro libre indirecto, Santa Fe cuenta con una pelota tanto o más peligrosa para hacer daño y Guichón la lanza. Ese cobro de Guichón en otros tiempos era gol, fijo. En estos de ahora, apareció nadie sabe cómo ni de dónde ni por qué la palma de Camilo Vargas para sacarla del ángulo y enviarla al córner.
Y ante semejante panorama los ve uno colgados a ambos, más si se evalúa el fixture. A Millonarios mucho más porque juega muy mal, aunque los rivales del calendario parecen sencillos (Equidad, Pasto, Leones, Envigado, Tolima, Huila y Santa Fe, más los dos de copa ante el Once Caldas). Necesitaría mínimo 15 puntos de 21 así como para no pasar penurias.
Santa Fe juega mejor, pero no se le da nada justo ahora, ni en la programación: Águilas, Junior, Once Caldas, Equidad, Leones, Tolima y Millonarios es lo que les queda.
Así, en esas condiciones límite, ambos saldrán a jugarse una carta postrera: la clasificación a Copa Sudamericana este martes.