Desde hace más de una década han aparecido modelos analíticos alternativos para entender las encuestas, no desde la mirada de cada una en particular, sino más bien desde el análisis de un conjunto de mediciones. En Estados Unidos, este ejercicio ya lo vienen realizando medios como Real Clear Politics o FivethirtyEight para ofrecer una perspectiva más amplia y confiable frente a información aislada que proporciona una sola encuesta sobre el panorama electoral.
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Los ejercicios de agregación de encuestas, similares al que proponemos en el estudio que hoy publicamos en alianza con Publimetro, han sido destacados por la Asociación Americana de Investigación en Opinión Publica como una herramienta que permite establecer una perspectiva más amplia y confiable que la información aislada proporcionada por una sola medición.
En Burson-Marsteller creemos que las encuestas, en conjunto, aportan información valiosa pero no desconocemos que en cada una de ellas hay limitaciones y que, miradas individualmente, pueden transmitir sesgos; por ello buscamos un modelo de análisis que nos permitiera entender cómo interactúan las mediciones entre ellas y establecer tendencias en la opinión pública.
Para este estudio, llamado Burson Index, incluimos cada una de las mediciones realizadas en lo corrido del año por Invamer-Gallup, Yanhass, Centro Nacional de Consultoría, Cifras y Conceptos y Datexco, y estudiamos tres variables comunes: imagen favorable, imagen desfavorable e Intención de voto; luego establecimos la línea de tendencia de los datos ordenados y comparamos las pendientes de dichas tendencias.
Desde luego este tipo de análisis también tiene limitaciones metodológicas, parte de un supuesto de comparabilidad de las encuestas que puede ser cuestionado pues cada una de ellas tiene diseños muestrales y márgenes de error distintos e, incluso, puede manifestar sesgos de los sectores políticos afines a quien la contrata.
Somos conscientes de ello, por lo mismo preferimos no ponderar el peso de cada una de las mediciones dándoles igual valor y confiando en que cada una de las encuestadoras ha realizado rigurosamente su estudio y que los sesgos que puedan surgir se compensan al mirar el conjunto de los datos. Sin embargo, excluimos intencionalmente a Guarumo por considerar que la variabilidad en sus preguntas, entre una medición y otra, así como la generación de subgrupos de candidatos impedían comparar de manera cabal sus datos con los de las demás empresas.
Este estudio no busca establecer relaciones de causalidad o correlación, ni pretende tener un valor predictivo. Con este se busca describir el comportamiento que desde el inicio del año, y hasta la medición más reciente, han tenido las tres variables priorizadas respecto de cada uno de los candidatos. Lo que proponemos desde Burson-Marsteller es una aproximación alternativa, que esperamos sea de utilidad e interés y permita, tanto a los ciudadanos como a las organizaciones, contar con más y mejor información para navegar de forma más segura en el mar de datos aislados y fotografías de momento, que son las encuestas en el periodo pre-electoral.
Por: Juan Camilo Dávila Díaz / @elcachaco
Asociado Senior de Asuntos Públicos Burson-Marsteller