El presidente del partido FARC, Rodrigo Londoño, conocido en su época de guerrillero como «Timochenko», espera que el próximo gobierno, que será elegido en la segunda vuelta de las presidenciales el 17 de junio, implemente el acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016 y no lo «distorsione».
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Así lo dijo en una entrevista publicada hoy por el diario El Tiempo, en la que afirmó que «hay fuerzas que están tratando de hacer trizas» el acuerdo de paz al ser preguntado si cree que lo negociado con el Gobierno «está en peligro».
«Hay fuerzas que están tratando de hacer trizas los acuerdos. A veces se dan opiniones de desesperanza pero yo, en mi condición de presidente del partido, no tengo derecho a dar desesperanza, tengo que dar optimismo», dijo Londoño.
El sucesor de Juan Manuel Santos como presidente de Colombia será elegido entre el candidato uribista Iván Duque y el izquierdista Gustavo Petro y asumirá el cargo el 7 de agosto.
Si gana Duque, que hace parte del Centro Democrático, partido que ha sido un férreo opositor del acuerdo de paz, el máximo dirigente de la FARC señaló que, pese a lo que pueda pasar, lo negociado «fue ratificado por la base guerrillera».
«Yo les dije (a los exguerrilleros que) aquí estamos corriendo un riesgo, nos montamos en una canoa que de pronto puede naufragar, pero si esa canoa naufraga, allí estaré yo con ustedes», aseveró Londoño.
En ese sentido, señaló que si Duque es elegido presidente «está planteando volver a traer una discusión que duró más de 20 meses en La Habana», donde se negoció la paz, «sobre los tipos de castigo».
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«Cuando tocamos todo este tema de las penas con cárcel, nosotros dijimos: listo, no hay problema, pero es un conflicto que se da entre dos, entre el Estado y la insurgencia (…) pero nos quieren castigar solo a nosotros. Eso es injusto», manifestó.
Por ello, Londoño dijo que el partido FARC está dispuesto a «dialogar con todo el mundo, no en función de cambiar los acuerdos, sino de implementarlos tal y como están acordados» y que si hay ajustes que sean «en función de incrementar su esencia».
Por otra parte, Londoño se refirió al caso del exlíder guerrillero Jesús Santrich, cuya extradición a Estados Unidos por un caso de narcotráfico fue solicitada formalmente por ese país la semana pasada.
«Lo primero es que por principio nosotros, y en lo personal yo, somos enemigos de la extradición. Si cualquier ciudadano colombiano comente un delito debe pagarlo aquí, debe ser sancionado aquí, no tenemos que estar sometidos a lo que nos imponga otro país, por muy poderoso que este sea», afirmó.
Santrich fue detenido el pasado 9 de abril en Bogotá con base en una circular roja de la Interpol a petición del Departamento de Justicia de EE.UU., que lo acusa de tener un acuerdo para exportar diez toneladas de cocaína a ese país después de que las FARC firmaron el acuerdo de paz.
«Él dice que es inocente, yo creo en su inocencia, tengo que creerle y soy solidario con su situación. Hemos hecho a nivel de la dirección cosas que incluso no se conocen», manifestó.
No obstante, Londoño aseguró que tras la firma del acuerdo de paz la «responsabilidad» de los exguerrilleros por sus actos «es individual» y que si se les «prueba» que han cometido un «delito», les toca responder y el «partido no tiene nada que ver».