El exguerrillero de las FARC Jesús Santrich, detenido por delitos de narcotráfico y pedido en extradición por Estados Unidos, suspendió hoy «transitoriamente» su huelga de hambre tras 41 días por las diversas «manifestaciones» que ha escuchado para «que haga un alto en el camino».
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«Atendiendo el clamor de esas voces y (…) bajo el entendido de la naturaleza política de mi causa, he tomado la decisión de suspender transitoriamente mi huelga de hambre, mi situación es un accidente calculado, extensible a cualquier cuadro político de la FARC», dijo Santrich en un comunicado.
El exlíder guerrillero fue capturado por la Fiscalía el pasado 9 de abril con base en una circular roja de la Interpol a petición de Estados Unidos, cuya justicia lo acusa de tener un acuerdo para exportar diez toneladas de cocaína a ese país después de que las FARC firmaron el acuerdo de paz, el 24 de noviembre de 2016.
Santrich, que fue miembro del equipo negociador del acuerdo de paz con el Gobierno colombiano, comenzó el día de su detención la huelga de hambre en protesta contra lo que considera un «montaje» en su contra.
En ese sentido señaló que «en todo ese universo de manifestaciones» ha encontrado y escuchado voces que desean que siga «en la continuidad de la lucha» que lo llevan a pensar que «aún es posible batallar por el debido proceso» contra su detención «arbitraria».
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), organismo encargado de juzgar los crímenes cometidos durante el conflicto armado colombiano, decidió suspender el trámite extradición del exlíder guerrillero el pasado jueves.
El 10 de mayo, Santrich fue llevado desde el hospital a la Fundación Caminos de Libertad, de la Conferencia Episcopal Colombiana, que dijo que ese gesto es «únicamente un asunto humanitario» y «en coherencia con el principio de la Iglesia de defender la vida humana».