Mónica Ospina y Carlos Rubén Méndez, dos turistas bogotanos, se encontraban disfrutando de las playas de Bocagrande, en Cartagena, cuando fueron abordados por dos de los múltiples vendedores ambulantes que circulan por el sector. El acercamiento entre los viajeros y los masajistas terminó en una grave golpiza.
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Los turistas, que hacían parte de un gran grupo familiar, llegaron a Cartagena este luens, según el relato que Ospina le hizo al diario El Universal. «Nosotros llegamos al hotel, dejamos las cosas y fuimos al mar. Estando ahí, mi suegra, que cumple los 80 años, se quedó en la carpa con otro familiar y los demás nos metimos al mar. Nos dicen que en ese momento llegó una masajista y le dijo a ella que le haría la ‘pruebita’ en los pies», dijo.
Mientras la adulta mayor le decía que no, la mujer seguía intentando hacer el masaje. Finalmente, Méndez se paró y le dijo que dejara así y abandonara la ‘pruebita’, con lo que se acercaron otros dos masajistas. Mientras Méndez trataba de negociar con la mujer, se desató un fuerte enfrentamiento».
«La señora comenzó a gritar que la estaban robando. Nosotros salimos del mar y al llegar ya habían varias mujeres que trabajan en lo mismo y 2 hombres, quienes nos atacaron. Uno cogió una silla y como yo estaba diciendo que se calmaran, me la partió encima, mientras que el otro cogió una piedra de coral y se la tiró a mi cuñado en el ojo», relató Ospina.
Mientras la turista terminó con contusiones en ambos brazos, su cuñado resultó con un ojo morado por efecto del lanzamiento de la piedra. Los viajeros pidieron que haya un mayor control, puesto que la Policía de Bolívar detuvo dos personas pero soltó a uno de los preguntos agresores.
