Así lo aseguró la Defensoría luego de visitar los albergues de Buenaventura, ciudad que cuenta con el principal puerto colombiano en el Pacífico, en donde están hacinados los 370 indígenas desplazados desde el municipio Litoral del San Juan (Chocó), que pertenecen a la etnia wonnan y al Resguardo Indígena Chagpien Tordó.
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En cuanto a los planes de retorno a sus territorios, la Defensoría señala en un comunicado que «no existe un plan que garantice el cumplimiento de las condiciones de voluntariedad, seguridad y dignidad, así como los accesos de servicios de salud a esas zonas».
Dada la complejidad de las problemáticas para esta población, la Defensoría hizo un llamado «para que mejoren de manera urgente las condiciones generales de atención a desplazados, y en especial, a mejorar las condiciones de atención en salud».
Sobre las condiciones de salud de los desplazados, la Defensoría señala que detectó cuatro casos de tuberculosis confirmados y uno más en estudio por sospecha.
Sin embargo, explica que personas comparten vivienda con 149 menores de 18 años, 99 de ellos en el rango de 0 a 9 años.
También evidenció la presencia de roedores, cucarachas, zancudos y culebras en los alrededores.
«No hay aseo general, hay aguas estancadas en canales y el agua de consumo no es potable. Adultos y menores duermen en el piso sin colchonetas y hacinados», detalla el informe de la Defensoría.