«El Gobierno colombiano lo ha desconocido (el acuerdo), no da muestras de cumplirlo y por eso volveremos a marchar el miércoles», dijo a Efe por teléfono el secretario ejecutivo del Comité Cívico Departamental por la Salvación y Dignidad del Chocó, Dilon Martínez.
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En agosto pasado, y luego de ocho días de protestas, el Gobierno y líderes de un paro cívico acordaron levantar una huelga para lo cual firmaron un acuerdo de diez puntos que incluía mejoría en vías, salud, respeto al territorio, educación, servicios públicos, empleo, deporte y flexibilización de políticas públicas.
Las marchas se centrarán en Quibdó, la capital departamental, pero también se sumarán poblaciones como Itsmina, Tadó y Medio San Juan, que hacen parte de los principales municipios de ese territorio.
«El año pasado tuvimos participación numerosa, de entre 50.000 a 60.000 personas. Este año esperamos que sean iguales o superiores para que el Gobierno central entienda que el paro es serio y que tiene apoyo de la gente, del pueblo», acotó Martínez.
Igualmente dijo que el «paro no tiene marcha atrás» y que siguen abiertos al diálogo con el Gobierno. En ese sentido dijo que la semana pasada se reunieron en Quibdó con el vicepresidente colombiano, Óscar Naranjo.
«Observamos buena voluntad pero el Vicepresidente es un funcionario nuevo. Esperamos sus gestiones pero esperamos también que haya resultados», explicó Martínez.
Los promotores del paro cívico aseguran que el Gobierno no ha cumplido ni el 2 % de los compromisos que se pactaron en agosto pasado.
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Entre los mayores problemas del departamento, Martínez destacó los relacionados con el alto número de desempleados y dijo que estaba alrededor del 16 %, el más alto del país; la corrupción, la falta de conexión por vía terrestre con el interior del país y el bajo nivel de cubrimiento de la red de servicios hospitalarios.
También la violencia generada por la presencia en el departamento de grupos armados al margen de ley que se disputan el territorio para traficar drogas ilícitas, entre ellas cocaína.
«El Gobiernos nos debe garantizar el derecho a la protesta que como en el caso nuestro será pacífica», dijo el líder quien recordó que «el Chocó espera respuestas a las peticiones y al acuerdo firmado a la brevedad».
En el paro del año pasado se paralizaron las actividades comerciales y educativas, así como el transporte en Quibdó y en otras ciudades del departamento.
El selvático y lluvioso departamento del Chocó, en el oeste de Colombia, ha sido por el abandono estatal caldo de cultivo para la corrupción, inseguridad, minería ilegal, narcotráfico, desplazamiento forzado, presencia de guerrillas y narcotraficantes.
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