«En nuestro país la financiación extranjera al terrorismo no es exclusiva de Odebrecht; FARC y ELN, no contentos con secuestros, extorsión y narcotráfico, han recibido jugosas sumas de afuera», dijo el senador en un vídeo publicado en su cuenta de Twitter.
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Uribe se refirió así a la revelación de la revista brasileña Veja que asegura que Odebrecht admitió pagos a las FARC en Colombia en la década de los noventa para realizar «sin problemas» obras de infraestructura.
Según el legislador, «la amnistía aprobada para los auxiliadores del terrorismo dejará a Odebrecht en impunidad» y agregó que las FARC «no tendrán que devolver el dinero mientras muchos colombianos serán llevados a la inquisición del terrorismo para ser juzgados por haber sido extorsionados por paramilitares».
El exgobernante, de 64 años, aseguró también que los pagos de Odebrecht a las FARC se suman a otros factores de ilegitimidad de del acuerdo de paz firmado por el Gobierno colombiano y esa guerrilla en Bogotá el pasado 24 de noviembre.
Del ELN, Uribe dice que recibió pagos de la multinacional Mannesmann, que en su momento era una de las empresas que construía en oleoducto Cañón Limón-Coveñas, que ahora es el más importante del país.
Asegura también que el alemán Werner Mauss cobraba «rescates a empresas y ciudadanos por secuestros de este grupo (ELN)» y que fue apresado cuando él era gobernador de Antioquia pero «su impunidad fue presionada por el alto Gobierno de Colombia y por la cancillería de Alemania».
En Colombia, el ahora exagente Mauss, estuvo preso junto a su esposa Ida durante unos meses, entre 1996 y 1997, tras haber intervenido como mediador en la liberación de una ciudadana alemana secuestrada por ELN, pero finalmente fueron declarados inocentes de todos los cargos.
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Uribe, que se opuso al acuerdo de paz con las FARC y ha pedido que se suspende el proceso que se realiza en Ecuador con el ELN, concluye que «queda comprobado que del extranjero no vendrán a ayudarnos, somos nosotros, en las calles y en las urnas, quienes tenemos que cambiar el rumbo de Colombia».