Tras la cancelación del programa de Pirry que este estrenaría en el mes de enero en el canal RCN, muchas fueron las dudas que quedaron en el aire sobre la investigación que Guillermo Prieto adelantaba con su equipo. ¿En qué podía afectar la puesta en el aire de la producción a Mauricio Lizcano?, ¿porqué accedería RCN a cancelar el programa? y quizás la más importante y que quedó resuelta ¿qué investigaban en contra del benemerito presidente del Senado, Mauricio Lizcano?
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La periodista Diana Salinas se dio a la tarea de revelar la investigación que vincula a la familia del senador con la apropiación de unas tierras ubicadas en Guamerú, Risaralda, que en el año 96 reposaban como propiedad de Juan Fernando Acosta y Blanca Ofelia Correa, quienes figuran como desaparecidos desde hace 11 años, presuntamente por el Ejército Popular de Liberación. Las tierras de 56 hectáreas pertenecían a Correa y hoy los familiares reclaman los predios ante la Unidad de Restitución de Tierras, que en ese entonces fueron despojados a la pareja, ya que por su desaparición, nunca pudieron terminar de pagar la hipoteca.
Las tierras fueron adquiridas por la familia Lizcano en 2012, mediante la figura de remate. Según la investigación, la familia del senador sabía que los predios habían sido despojados y que la pareja había sido víctima de desaparición forzosa. Pero todo se complica para el senador. Según Salinas, Lizcano tramitó permisos para poner en funcionamiento una gasolinera, por lo cual «podría estar incurriendo en una falta disciplinaria, que lo podría llevar a la destitución del cargo, y, eventualmente, en conductas penales, por presunta celebración indebida de contratos y tráfico de influencias», señaló la periodista.
Las tierras están ubicadas en un sector llamado ‘triángulo de oro’ por la gran convergencia de vías importantes y proyectos de infraestructura como la conocida concesión Pacífico Tres, una autopista que conectará al departamento caldense con el sur de Antioquia. La familia del presidente del Senado se aseguró de comprar las tierras tiempo antes de que se anunciara el proyecto, lo cual incrementaría considerablemente el precio de los predios.
La respuesta de Lizcano
El senador, quien se pronunció poco después de que la investigación fuera revelada en medios de comunicación, aseguró que son una bajeza tales afirmaciones, que cuando su familia adquirió esos predios lo hicieron de buena fe y que en las indagaciones de Óscar Tulio Lizcano sobre los orígenes de las tierras nunca encontró una anotación que hiciera referencia a que eran reclamadas por alguien o que eran motivo de despojo, «pues eran propiedad de una inmobiliaria».
Sobre el posible tráfico de influencias y celebración indebida de contratos por los permisos, el senador aseguró que delegaron los trámites para que alguien experto en gasolineras, y que hoy, después de 5 años no han podido obtener permisos por parte de Invias, «si hubiera trafico de influencias, que es el delito que me podrían imputar, no llevaría todo este tiempo esperando a que nos den los permisos y nos lo habrían dado a los tres días», señaló el senador.