var VideoTV=»b4vuZHXOHn/country/»+nombre_pais(return_pais())+»/section/noticias/device/Desktop/type/embed/autostart/true/volume/0″;
PUBLICIDAD
Con el anuncio de la firma de acuerdo de paz definitivo entre las Farc y el Gobierno Nacional, la fuerza y el peso del presupuesto va a favor de buscar un voto mayoritario para el «sí» en el plebiscito del próximo 2 de octubre y una serie de dudas alrededor de qué puede ocurrir con el voto del «no».
La primera base la dio la Corte Constitucional al aprobar el plebiscito como mecanismo para ratificar el acuerdo firmado en La Habana. Al convertir en vinculante la decisión del plebiscito para el Presidente, el «no» en la elección del 2 de octubre podría parar toda la negociación conseguida en los últimos cuatro años.
Aunque uno de los principales argumentos de los opositores al plebiscito es la posibilidad de que este voto al no implique una renegociación del acuerdo entre las Farc y el Gobierno, el propio jefe negociador Humberto de la Calle aseguró este jueves, en la última rueda de prensa de la negociación en La Habana, que no hay espacio para renegociar.
«Si la elección del 2 de octubre no es favorable, no hay espacios para renegociar nada, lo que tenemos es lo que se obtuvo», aseguró De la Calle, quien además advirtió que los intentos de negociación que han fracasado, como la mesa del Caguán, han sido seguidos por largos períodos de combate armado.
Otro problema surge con los procesos de concentración de guerrilleros, desmovilización y de entrega de armas que según los anuncios de Juan Manuel Santos y Humberto de la Calle, ya estarán en desarrollo para la fecha de la votación.
Según el jefe negociador del Gobierno, el día D para la concentración de guerrilleros e inicio de concentración será antes del plebiscito, en el momento del plebiscito “estará corriendo el reloj de los 180 días” para entregar la última arma, aseveró y subrayó que “después de la firma comienzan a ocurrir hechos en el territorio”.
PUBLICIDAD
Así, la concentración de efectivos de la guerrilla se detendría, lo cual podría reactivar el conflicto después del cese definitivo al fuego que el presidente Santos anunció para este lunes. Con esto también se mantendrían delitos como la extorsión, el tráfico de drogas y la minería ilegal por parte de los efectivos.
Finalmente, habría que renegociar los procesos, pero dadas las concesiones acordadas en La Habana como justicia transicional y amnistía de delitos conexos al delito político, es muy poco lo que otra negociación podría ganar. No sería probable ver una negociación liderada por otro gobierno que busque, como lo plantea el Centro Democrático, penas de cárcel o la no participación de las Farc en política.
El apoyo al «no» parece limitado en las encuestas (ver recuadro), pero en una elección tan cerrada como la que se ve en la actualidad, la campaña para el «sí» y el «no» será muy intensa y exigirá que los colombianos tomen una decisión informada.
Encuentre más información de Colombia aquí
PUB/JMR