“Me comprometí con ustedes porque la paz es un propósito de todos los colombianos sin excepción, no es solo del presidente, la paz es de todos y para todos, es una camino que debemos recorres desde todos los rincones del país”, Juan Manuel Santos, presidente de Colombia.
La Corte Constitucional de Colombia avaló el lunes 18 de julio el plebiscito como mecanismo para refrendar los acuerdos de paz que el Gobierno firme con las Farc en las negociaciones que se llevan a cabo en Cuba.
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Los nueve magistrados, que debatieron desde las 10:00 a.m., llegaron al acuerdo de que el plebiscito tendrá un carácter vinculante, lo que quiere decir que tendrá un umbral del 13% del censo electoral para lograr su aprobación, por lo que necesitaría el respaldo de 4’396.626 colombianos.
De esta forma, el pueblo será el encargado de dar la última palabra a lo que se acuerde con las Farc. La iniciativa tuvo siete votos a favor y dos en contra.
La presidenta de la Corte Constitucional, María Victoria Calle, señaló que para el alto tribunal el proyecto de ley que establece un plebiscito para la paz cumplió con el trámite de ley, razón por la cual lo declaró ajustado a la Carta Política.
Al detallar lo aprobado, la magistrada aseguró que el título del proyecto fue avalado con la condición de que «se interprete que el acuerdo final es una decisión política y la refrendación a la cual alude el proyecto de ley no implica por sí misma una incorporación de lo acordado en el articulado de la Constitución, ni del ordenamiento jurídico colombiano».
En lo relacionado a las campañas por el «sí» o el «no» en el plebiscito, la Corte incorporó una prohibición para vincular contenidos que promuevan partidos, movimientos políticos o candidaturas a cargos de elección popular.
En caso de que sea el «no» el ganador del plebiscito, cuya fecha de celebración aún no está definida, no se pierde todo el trabajo de negociación hecho desde noviembre de 2012 sino que habría que renegociar los términos pactados.
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Diferentes sectores políticos, entre ellos los que sostienen al Gobierno y la izquierda, han anunciado que pedirán el «sí» en el plebiscito, así como la Iglesia.
El pasado 23 de junio, tras más de tres años de diálogos de paz entre el Gobierno y las Farc, ambas partes anunciaron un acuerdo sobre el punto del «Fin del conflicto» que recoge entre otras cosas el cese el fuego y de hostilidades bilateral y definitivo.
Las Farc, en ese momento histórico, también aceptaron un plebiscito como mecanismo de refrendación de los acuerdos, algo a lo que en un principio se oponía, y dejó de lado su petición de una Asamblea Constituyente.
Sin embargo, el camino que queda por delante es largo, pues la Corte también decidió que el documento final que salga de Cuba deberá ser conocido por todos los ciudadanos colombianos. Siendo así, deberá ser traducido para las personas en condición de discapacidad y en otros idiomas que no sea el español.
Por su parte, el presidente Juan Manuel Santos, tras conocer la decisión de la Corte, se dirigió a los colombianos celebrando la decisión. “Me comprometí con ustedes porque la paz es un propósito de todos los colombianos sin excepción, no es solo del presidente, la paz es de todos y para todos, es una camino que debemos recorres desde todos los rincones del país”, comentó.
Asimismo, el primer mandatario invitó a todos los ciudadanos a ejercer el derecho al voto cuando sea necesario, “en nuestro país el voto es un derecho y eso lo respeto, pero hay momentos en la vida en los que la indiferencia no puede ser la opción y no podemos dejar que decidan por nosotros. Queremos una Colombia libre de las cadenas del sufrimiento, una Colombia que nos permita lograr todo lo que nos proponemos. Ese es nuestro norte, nuestro camino, ese será el momento para votar por los acuerdos de paz, será un momento histórico, realmente histórico, de hacer sentir nuestra voz porque lo que esta en juego es nuestro futuro”, enfatizó.
Así las cosas, cuando llegue el momento, el cual deberá ser convocado por el presidente, los colombianos decidirán si aprueban o no los acuerdos de La Habana. De ser positiva a votación, la Corte demanda realizar todos los cambios legales y constitucionales para que se garantice el resultado.
PUB/LP