Un mes después del inicio del paro camionero en Colombia, los acuerdos entre transportadores y el Gobierno Nacional parecen cada vez más remotos. Los intentos de diálogos se han retrasado y, mientras tanto, se proponen cada vez más medidas para evitar que el desabastecimiento se haga tangible en las principales ciudades del país.
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Uno de los problemas más fuertes que plantea la situación del paro camionero es los ataques que los transportadores que siguen operando, los cuales han sido víctimas de pedreas e insultos. Se calcula que un 30% de los transportadores se alejaron de la propuesta y se mantienen trabajando.
Este jueves se difundió un audio que circularía en Whatsapp, conocido por Blu Radio, según el cual un supuesto miembro de la protesta invita a sus compañeros transportadores a atacar a los vehículos de varias empresas que siguen trabajando. Entre las agresiones propuestas está echar líquido de frenos a los parabrisas, desinflar las ruedas de los vehículos y «romper los carros» para que se detengan.
Incluso, un periodista en Manizales vivió esta misma situación, luego de haber confrontado a un grupo de cerca de 200 manifestantes. El reportero, identificado como Yesid López, afirmó que varios transportadores lo insultaron y estuvieron cerca de golpearlo, así como a un camarógrafo que intentó defenderlo.
Cómo combate el Gobierno
El Gobierno Nacional ha planteado varias medidas para tratar de mantener la normalidad en el país. La primera son caravanas con vigilancia de la Policía Nacional, que según cálculos del Ministerio de Defensa han permitido a más de 10 mil camiones en todo el país movilizarse en unas 700 caravanas con vigilancia.
Esto es crítico para poder movilizar el maíz amarillo, soya, azúcar, arroz y otros productos que según el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, se encuentran represados en los puertos del país y controlar el desabastecimiento e inflación que han crecido en el mes de junio. «La inflación es una mula atravesada en las vías», dijo a Caracol Radio.
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Iragorri también añadió que los propietarios de vehículos agredidos en las protestas pueden recurrir a la póliza de seguro contra ataques terroristas en las vías para que el daño provocado por los vándalos sea cubierto.
Incluso, el vicepresidente Germán Vargas Lleras metió la cucharada, proponiendo que se replanteen los cobros de los fletes pero que no se dejen de construir peajes que financiarán las autopistas de cuarta generación.
«Vamos a tener en cuenta los costos del peaje para recalcular los costos del transporte, pero es una ecuación distinta. No se pueden entender que se vayan a bajar los peajes y que se dejen de instalar los nuevos», dijo Vargas Lleras.
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