La llegada de la prima de junio y de las vacaciones hace que muchos padres de familia tengan recursos disponibles. El tiempo libre y la posibilidad de que, incluso, los niños estén en sus casas o conjuntos en vez de en sus colegios, abre nuevas posibilidades para que aprendan a ahorrar sus mesadas.
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Ese ahorro empieza en casa, y muchas veces el ejemplo de los padres es necesario para que los pequeños puedan verse impulsados a ahorrar. «Cuando los niños viven a través de la experiencia entienden y retienen mucho más el aprendizaje«, asegura Ana María Barbosa, gerente de mercadeo a personas del Banco de Bogotá.
Estos hábitos que se aprenden desde pequeña edad se mantienen durante toda la vida, por lo que para muchos padres es conveniente enseñar a sus hijos a ahorrar. A continuación se presentan algunas recomendaciones para que los niños puedan aprender esta costumbre.
Entregue dinero a su hijo de forma periódica, semanal o mensualmente, y limitado. Uno de los errores más comunes de los padres es dar dinero a los hijos cuando lo piden. Esto los malacostumbra a gastar sus recursos antes de tiempo, lo cual es un mal antecedente para años futuros, cuando deban enfretarse a un pago qunicenal o mensual.
Al entregarle una cantidad de dinero a su hijo en una fecha fija, comprenderá que el dinero debe durar durante un tiempo prudencial, y evitará malgastarlo o ceder en ciertos caprichos.
«El objetivo es que empiecen a entender la relación entre duración del dinero y el tiempo, familiarizándose con él para llegar a adquirir una independencia al manejar su propia plata», afirma el gerente general de Juriscoop, Fabio Chavarro.
Fije la consecución de un objetivo. Ahorrar por ahorrar no es atractivo para los menores, pero ponerle un objetivo como un juguete que no han comprado da una justificación. «Es aconsejable fijar metas pequeñas de ahorro a los niños y, cuando se cumpla, resaltar la importancia de qué se logró gracias al ahorro», explica Barbosa.
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Llévelo a hacer mercado. Otro error común con los padres de familia es no involucrar a los hijos, sobre todo entre 5 y 10 años, en las compras de alimentos y productos de hogar. Hacer que se sientan parte de estos gastos ayuda a que los menores entiendan la importancia de la planificación del hogar.
Oriéntelo cuando va a comprar algo. Cuando un niño recibe dinero, puede querer muchas cosas: ya sea un chocolate o un videojuego, este antojo es difícil de controlar. El niño necesita el apoyo de sus padres o acudientes para que esta compra esté en los mejores intereses del niño, y para que no sienta que perdió la plata.
Use herramientas para ayudarlos a aprender. El dinero es una de las cosas más difíciles de aprender para los niños, pero juegos, libros infantiles, actividades e incluso la participación en centros de entretenimiento como Divercity colaboran para que estos entiendan su importancia.
Abra un producto financiero. Muchas veces los niños desconfían de sus intenciones, pero un banco podría ayudarle a quitar esa desconfianza y ayudarle a sentir que maneja sus finanzas adecuadamente.
Las entidades financieras tienen productos con saldo mínimo, sin cuotas de manejo y diseñados para menores de edad, los cuales les ayudan a impulsar desde temprana edad la necesidad del ahorro. Consulte con su entidad financiera las diversas opciones existentes.
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